En una conmovedora carta, la saliente superintendente de Industria y Comercio, María del Socorro Pimienta, además de manifestar su sorpresa por la decisión del presidente Gustavo Petro de declarar insubsistente su nombramiento, tras ser informado de presuntos malos manejos en la entidad, mostró el daño que le han hecho al afectarla como mujer y madre de un niño con discapacidad.
En la misiva señala que si bien Petro la nombró en el cargo y que sintió que su nombramiento “era el respaldo y reconocimiento a la entidad y a los méritos de mi carrera en la misma ahora se sorprende por el cambio tan abrupto del presidente al sacarla de este puesto”.
“En los últimos meses, y en las últimas horas, se han dicho una enorme cantidad de mentiras y calumnias sobre mí. He percibido un acoso constante desde distintas fuentes, lo cual denuncia una puja por este puesto, con cargo a todo tipo de intereses”, dijo.
Y ante los intereses oscuros que indicó en su carta, también responde a lo que muchos le habían dicho: “por qué no renuncié y también, con alguna insolencia, si quería atornillarme en el cargo”.
La razón fundamental para no haber dado un paso al costado fue su hijo.
“El motivo es que tengo un hijo discapacitado, que goza de dos prestaciones extralegales, vitalicias, que habría perdido al renunciar”, señaló Pimienta.
En el documento también cuenta que le fueron ofrecidos cargos diplomáticos, “posibilidad que tampoco podía considerar, porque renunciar para vincularme a la Cancillería también implicaba renunciar a las prestaciones mencionadas”.
“Ninguna madre y ningún padre aceptarían lesionar de esa manera a su hijo. Al declararme insubsistente, el presidente y el Gobierno le hicieron un enorme daño a él y a mi familia, pues lo pusieron en estado de vulnerabilidad”, manifestó dolida.
En medio de la afectación que ha sufrido Pimienta en su trayectoria en la SIC, al parecer, la saliente superintendente habría decidido en favor de empresas de Euclides Torres, señalado de ser uno de los principales financiadores de la campaña de Petro, y de otras compañías que tenían como apoderado al exsuperintendente Jairo Rubio Escobar. En la mira están decisiones que ella tomó en pleitos con Avianca, WOM y la Dimayor. En todas ellas Rubio actuaba defendiendo a los privados.
A la Casa de Nariño llegaron informaciones precisas que indicaban que, presuntamente, Rubio era el poder en la sombra de la SIC. Al parecer, entregó las hojas de vida para los nombramientos de las seis superintendencias delegadas que conforman la entidad, entre otros altos funcionarios del nivel directivo.
Lo que también habría rebosado la copa de Petro es que Pimienta Corbacho, en varias ocasiones, negó su vínculo con Rubio, pero terminó nombrando a un sobrino de él en la entidad en un cargo profesional (Juan David Rubio Acevedo). Ese nombramiento se dio el 29 de mayo de este año.
El mandatario tampoco estaba satisfecho con la gestión de la superintendente en términos administrativos, relacionados con la ejecución presupuestal.
Pimienta finalizó su carta desmintiendo todo lo que se ha dicho sobre ella y dejó claro que nunca ha participado en política. “No represento a partidos ni organizaciones de ningún tipo”.
“Es difícil entender que este Gobierno, que se proclama defensor de la vida, atropelle los derechos de una mujer, madre y profesional con más de 30 años de carrera en la función pública, y sacrificar, al hacerlo, los intereses vitales de mi hijo, dejando además por el suelo mi honra y mi reputación, que son mi mayor patrimonio”, subrayó.