El saliente ministro de Educación, Alejandro Gaviria, predijo en una entrevista, en noviembre de 2021, cómo podía ser el primer año de gobierno del presidente Gustavo Petro. Según dijo en ese momento el entonces precandidato presidencial de la Coalición Centro Esperanza, Petro rápidamente perdería su equipo de gobierno y empezaría a “tuitear como loco”.
“Yo le puedo describir cómo va ser el gobierno de Petro, ¿quiere que se lo explique? El primer año él nombra un buen gabinete de unidad nacional, no lo logra cohesionar, pasan seis u ocho meses y no pasa mucho, se le desbarata el gobierno y Petro empieza a tuitear como loco. Y, básicamente, ese es el conflicto que crea de forma permanente y la agenda del país girando alrededor del Twitter de Petro y no se hace nada. Yo dije hace poco que me daba más miedo la inacción que la acción”, aseguró en ese momento el precandidato.
Ahora, Alejandro Gaviria es exministro del gobierno del presidente Gustavo Petro. El mandatario sacó a tres ministros de sus carteras: a Gaviria lo dejó sin el Ministerio de Salud, a María Isabel Urrutia la dejó sin Ministerio del Deporte y a Patricia Ariza la dejó sin Ministerio de Cultura. Todo ello en apenas seis meses de gobierno. El ministro Gaviria le resultó una “piedra en el zapato”, un incómodo crítico de su gestión, especialmente con temas relacionados con la reforma a la salud, y a las dos restantes las cambió, según ellas, sin estar enteradas y porque el mandatario no estaba a gusto con su gestión.
Este 28 de febrero de 2023, tal cual anticipó Alejandro Gaviria en 2021, el Gobierno se desajusta bastante rápido y la respuesta del presidente Gustavo Petro ha sido volcarse al Twitter a opinar o a responderle a quien considere. Incluso a él mismo. “Agradezco a @petrogustavo la invitación a hacer parte de su gobierno. Mis opiniones tuvieron siempre un propósito constructivo en el marco de un gobierno pluralista de coalición. Seguiré opinando con libertad para que Colombia tenga las mejores reformas posibles”, escribió en Twitter el ahora exintegrante del gabinete. De inmediato, el presidente Petro le respondió.
No ha sido su único trino. En medio del agite político por la crisis de gobierno, el mandatario ha optado por responder a otras personas o publicaciones en Twitter. “Cambios ministeriales no dependen de la reunión con los presidentes de los partidos. Puedes examinar quienes son las nuevas y nuevos ministros y verás que no tienen nada que ver con la sugerencia informativa que haces a tus lectores y oyentes y que es completamente equivocada”, le respondió a una periodista.
“La narrativa que construirán es que la reforma laboral al aumentar el salario real del trabajo aumentará los costos del empresario y será por tanto negativa. El incremento del salario real en todas partes del mundo y de la reciente historia lleva a aumentar la productividad”, escribió en otro mensaje para comentar una publicación periodística.
De igual manera, el mandatario optó por retiutear una publicación de los colegas de Portafolio.
En otro mensaje, todos posteriores a la crisis de gabinete, decidió responder a un mensaje del exministro Rudolf Hommes. “Con todo respeto Rudolf, ni la salud, ni el agua potanle, ni el alcantarillado ni la energía, llegan a los sitios más remotos. Mucho menos el aseo, la conectividad y la energía limpia. Se ha agotado un modelo y una concepción del servicio público que es necesario cambiar”.
Entre tanto, el exministro de Educación Alejandro Gaviria continuó con su estilo irónico para referirse a su salida del gobierno de Gustavo Petro, un hecho que se veía venir desde las últimas semanas cuando el académico empezó a cuestionar la reforma a la salud de la ministra Carolina Corcho, uno de los temas banderas de la actual administración.
Horas después de que fuera despedido de la Casa de Nariño, y luego de producirse la alocución del presidente Petro, Gaviria aprovechó su cuenta de Instagram para desahogarse, pero con ironía. “Mi esposa me dicta, yo escribo. Renuncio al Ministerio de Educación por razones de salud. Dejemos así”, dijo el exministro de Educación.
Gaviria no esconde que su salida obedece por oponerse a la reforma a la salud del Gobierno. De hecho, aunque el presidente Gustavo Petro se tragó el primer sapo de la filtración de sus primeras líneas rojas sobre la reforma, un tema que fue discutido en un encuentro de ministros, no lo hizo en esta oportunidad cuando el país conoció un documento de los ministros de Hacienda, José Antonio Ocampo; la de Agricultura, Cecilia López, y el entonces ministro de Educación, Alejandro Gaviria, en el que coincidían en que el texto, como estaba redactado el proyecto, no era viable financieramente.