El presidente de la República, Gustavo Petro, endureció su postura sobre la primera línea del Metro de Bogotá, al señalar que como está actualmente en su diseño inicial es un “esperpento” y una “chambonada”, insistiendo que debe ser subterráneo por lo menos en un tramo.
De la misma manera se conoció, tras una conversación en la Casa de Nariño, que el mandatario colombiano indicó que si no se hace una modificación al megaproyecto, tres generaciones a futuro “nos van a maldecir”, declaraciones que dejaron en incertidumbre la primera línea del metro de Bogotá.
Seguramente, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, reaccionará a las nuevas declaraciones del presidente Petro sobre la primera línea del metro de la capital del país, el cual la funcionaria ha defendido recientemente a capa y espada.
Sumado a ello, el miércoles de esta semana el jefe de Estado reveló los resultados de los conceptos que pidió frente a la megaobra del metro de Bogotá y aseguró que sí se puede reformar para que un tramo sea subterráneo, situación que va en contravía de lo que se ha advertido en diferentes sectores.
Petro, por medio de su cuenta de Twitter, medio preferido para anunciar medidas al país, indicó que la firma de abogados contratada por la Casa de Nariño anotó que es posible hacer los cambios que él tiene en mente para el metro de Bogotá.
Aseguró en el mensaje que publicó en esa red social, que los documentos detallando los resultados de los conceptos fueron entregados por su equipo de trabajo a la Alcaldía de Bogotá y al consorcio chino encargado de la obra.
“Todos los abogados consultados por el Gobierno nacional nos han dicho que el contrato del metro se puede reformar para dejar un tramo subterráneo. Los conceptos están ya en poder de contratistas y del Distrito”, trinó el presidente Gustavo Petro.
El concepto que entregó la firma de abogados contratada por la Casa de Nariño señaló: “Los datos empíricos anotados permiten sostener que la posibilidad (de) modificar (bien sea de mutuo acuerdo o unilateralmente) el contrato de concesión en ejecución, no puede ser el resultado de la improvisación, sino que debe constituir el fruto de una tarea programada y preconcebida, que permita vincular la actividad contractual de las entidades públicas dentro de las estrategias y orientaciones generales de las políticas económicas, sociales, ambientales o de cualquier otro orden diseñadas por las instancias con funciones planificadoras en el Estado, previa la coordinación interinstitucional de las entidades y organismos responsables de la materia”.
“Esto se advierte como necesario y determinante si se tiene en cuenta que, tras advertir los problemas o alteraciones del proyecto por los inconvenientes en la gestión predial del proyecto, en los efectos económicos que ello supone por construir el Metro elevado, aunado a las graves afectaciones que supone la construcción del proyecto en esta modalidad para la movilidad y la normal circulación del tránsito vehicular en la ciudad, sin perjuicio de advertir que la realización de estudios serios y profundos sobre el particular dejará en evidencia los menores costos de la construcción subterránea, es del todo necesario y posible jurídicamente que la Administración proceda conforme a derecho y plantee cuanto antes la necesidad de realizar estos cambios al proyecto, so pena de afectar o desconocer las exigencias del bien común y atentar contra los postulados inherentes a la justicia distributiva, como se expuso en los párrafos precedentes”, señala el documento.
Consorcio chino hizo seria advertencia al presidente Petro sobre el cambio del Metro: “no es viable y traería un alto riesgo jurídico”
El pasado 25 de enero, fue la reunión en la Casa de Nariño entre el presidente Gustavo Petro y la alcaldesa Claudia López, en donde se abordó a profundidad el futuro del metro de Bogotá. La mandataria distrital reveló que el consorcio chino encargado de la megaobra le advirtió al jefe de Estado que cualquier cambio en el objeto del contrato “no es viable” y traería consigo un “alto riesgo jurídico”.
Al término del encuentro de alto nivel, la alcaldesa Claudia López fue enfática en manifestar que la administración distrital no tiene más recursos económicos para soportar una adición presupuestal al megaproyecto del metro.
De la misma manera, López anunció que se instalará, con carácter urgente, una mesa jurídica con el Gobierno nacional, para analizar a profundidad los alcances de aplicar una modificación al diseño original contratado para el metro.
La alcaldesa reveló que el presidente Gustavo Petro tiene dos conceptos, pero no quiso entregar detalles de los mismos.
“El consorcio chino le entregó el informe al presidente Petro con cinco opciones que analizó, de las cuales recomendó una: tengo por viabilidad técnica, económica y financiera, que es la extensión de la primera línea del metro de la calle 72 a la 100 subterránea en tres estaciones adicionales y 3,9 kilómetros adicionales”, sostuvo Claudia López.
Pero advirtió: “El análisis que hace el consorcio chino es que no se puede o que sería muy riesgoso modificar el objeto del contrato. Como hay dos versiones jurídicas contrapuestas y como no conocemos los conceptos jurídicos, hemos acordado continuar la conversación con mesas de trabajo”.
“El que quiere cambiarlo es Petro, no Bogotá”
El anuncio del presidente Petro se dio tras el recorrido que adelantó el martes 31 de enero la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, en compañía del gerente de la Empresa Metro, Leonidas Narváez, congresistas y concejales, entre otros funcionarios, en donde se revisaron las obras del patio-taller de la primera línea del Metro en Bosa y desde allí la mandataria distrital mandó un contundente mensaje en relación con el futuro del proyecto.
De acuerdo con la alcaldesa López, la ciudad lleva esperando varias décadas en disputas inútiles para poder tener el Metro y ahora que el proyecto ya está contratado y en ejecución, lo mejor es continuar con la obra.
“El Metro no va a parar ni una hora, ni un minuto, hemos esperado 60 años en disputas inútiles, en papel tras papel, en estudio tras estudio, y esta es la primera vez que tenemos trabajadores, máquinas y la plata para construirlo, porque aquí hay 22 billones de impuestos de los bogotanos”, precisó López.
Sumado a ello, López fue clara en afirmar de manera tajante que la postura suya y la de Bogotá es la de terminar la obra tal cual como fue contratada, pues le parece ilógico que se tenga que esperar más tiempo y que se generen sobrecostos en una obra que la ciudad necesita.
“La posición de la alcaldesa de Bogotá, la posición de la candidata a la Alcaldía de Bogotá y la posición de la ciudadana Claudia López es que el Metro no se para, el Metro se hace”, dijo la mandataria, quien agregó: “No es Bogotá la que está pidiendo parar y cambiar la primera línea del Metro, es el presidente Petro, y con mucho respeto vamos a atender su solicitud técnica y jurídica, pero la posición de Bogotá es la misma y es que nosotros preferimos terminar la obra que estamos haciendo que causar cualquier retraso o sobrecosto”.
La mandataria distrital aprovechó su pronunciamiento para señalar que la prioridad de su alcaldía ahora es conseguir la financiación para el Regiotram del Norte y tres cables aéreos. “Bogotá no va a aceptar que le cambien sus prioridades, el Regiotram y sus tres cables por la plata de una eventual modificación a la primera línea del metro”, concluyó la mandataria distrital.