Las elecciones regionales de este 29 de octubre se convirtieron en un examen, plebiscito o referendo al Gobierno del presidente Gustavo Petro tras 14 meses de mandato. Luego de que el jefe de Estado saliera victorioso en la mayoría de departamentos y ciudades principales en las pasadas elecciones presidenciales, en esta ocasión el mapa político del país cambió y ahora el primer mandatario tendrá un panorama bastante sombrío.
De acuerdo con los analistas, esta categórica derrota del Pacto Histórico permitirá evaluar si el presidente Petro “es un demócrata” o, por el contrario, “mostrará señales de dictador”, en medio de su tensionante relación con los nuevos mandatarios locales.
“Estos resultados son un revés para la imagen política de Gustavo Petro y para la representación de su liderazgo a nivel nacional. Conociendo un poco la personalidad megalómana del presidente, este va a transitar por dos fases, una de negación en los primeros meses y otra de aceptación, pero finalmente su megalomanía va a llevarlo a que entierre un proyecto político. Así, vamos a tener un presidente de negación en los primeros meses, después será un poco reflexivo, pero ya en 2024 volveremos a ver un mandatario radical, que no escucha”, aseguró el analista y consultor político Carlos Andrés Arias.
¿Lucha capital?
En Bogotá, el jefe de Estado y el Pacto Histórico sufrieron una estruendosa derrota luego de que Carlos Fernando Galán, contrario a lo que decían las encuestas, ganara en primera vuelta superando, incluso, la votación de Claudia López hace cuatro años, cuando alcanzó 1.108.541 votos.
El candidato del Pacto Histórico, Gustavo Bolívar, quedó en el tercer lugar y ni siquiera llegó al Concejo de Bogotá por el Estatuto de la Oposición, lo que se traduce en que el gran perdedor en la capital del país es el presidente Petro, cuyo gran escudero se queda por fuera de los escenarios políticos de la ciudad.
Galán, el nuevo alcalde de Bogotá, ha sido un crítico férreo de las reformas del Gobierno Petro, de las dudas que hay sobre la financiación de la campaña presidencial del primer mandatario y de la injerencia que intentó el jefe de Estado en las elecciones a la alcaldía con la toma que hizo de Bogotá días antes de los comicios, entre otros temas.
La relación entre Galán y Petro estaría caldeada, sin duda alguna, en el duelo de titanes en el que se verían enfrentados la nación y el Distrito por el futuro de la primera línea del metro.
Galán ha advertido de manera tajante que “el metro no lo define Petro ni el presidente de China, sino Bogotá”, pero pareciera que el presidente no dará su brazo a torcer y ha puntualizado que el “nuevo alcalde debe revisar con el Gobierno el futuro del metro”. Incluso, desde China se atrevió a afirmar que el Ejecutivo pagaría el ciento por ciento de la primera línea si hay un tramo subterráneo y hasta propuso la posibilidad de un plebiscito.
Pulso paisa
Federico Gutiérrez, contrincante de Petro en las pasadas elecciones presidenciales, ganó la alcaldía de Medellín con una diferencia arrasadora sobre Juan Carlos Upegui, respaldado por el exalcalde Daniel Quintero, el cual ha mostrado abiertamente afinidad con el Pacto Histórico. Así, la capital de Antioquia, con Fico al mando, se convertirá en la ciudad de mayor oposición al Gobierno, dado que no es un secreto que la relación entre Gutiérrez y Petro está más que fracturada.
El nuevo alcalde de Medellín no ha escatimado esfuerzos en mostrar reparos a la política de paz total del Gobierno nacional y ha responsabilizado al presidente Petro de la ola de inseguridad y criminalidad que afecta a varias regiones del país.
“Vamos para un abismo sin paracaídas”, “Cada medida es para beneficiar a los narcotraficantes y a los criminales”, han sido algunos de los tajantes pronunciamientos que ha hecho Gutiérrez al tildar de “fracaso” la paz total del presidente Petro.
También ha ido más allá de los pronunciamientos e inició acciones judiciales contra Petro. Radicó una denuncia ante la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes para que se investigue al presidente por el ingreso de dinero de dudosa procedencia a la campaña presidencial, señalando que “es un gobierno ilegítimo”.
Federico Gutiérrez también ha mostrado su rechazo en contra del Gobierno Petro por la drástica reducción de recursos que tuvo Medellín y el departamento de Antioquia en el presupuesto general. A pesar de estas constantes rencillas, Gutiérrez ha anunciado que, de su parte, espera tener una buena relación con el presidente Petro. No obstante, ha subrayado que sería “un chantaje” si el Gobierno decide seguir con el recorte de recursos.
¿Qué está en juego en la Costa?
Sin sorpresa alguna, Álex Char, precandidato a la presidencia en 2022 en la coalición Equipo por Colombia, arrasó y se convirtió por tercera vez en alcalde de Barranquilla, lo que significó otra dura derrota para el Pacto Histórico del presidente Petro, que en las elecciones presidenciales alcanzó 358.785 votos y había logrado en la capital del Atlántico un fugaz fortín político, que ahora se desvaneció.
El nuevo alcalde de Barranquilla, quien ha estado un poco ausente de los escenarios políticos, incluso declinando participar en los debates, tiene una relación distante con el presidente Petro, principalmente por las diferencias que hay entre el Pacto Histórico y la casa Char.
Con la llegada de Álex Char a la alcaldía de Barranquilla, se aumenta la incertidumbre alrededor de la financiación del Gobierno Petro a los Juegos Panamericanos, pero también hay otros proyectos estancados, como la modernización del aeropuerto Ernesto Cortissoz, además de la canalización del arroyo de la calle 85.
Cambio de frente
En Cali, en donde las encuestas pronosticaban un voto finish, finalmente se impuso Alejandro Éder con una amplia ventaja de 12 puntos porcentuales sobre Roberto ‘Chontico’ Ortiz, y es así como la capital del Valle del Cauca, que en las elecciones presidenciales se tiñó con los colores del Pacto Histórico, ahora cambió de color en el nuevo mapa político del país.
El nuevo alcalde de Cali siempre ha puesto de presente que tiene diferencias ideológicas con el primer mandatario y ha advertido que sus ideas pueden poner en riesgo la democracia.
Es así como en Cali, la única ciudad en la que le va bien al presidente Petro, pues el 47,9 por ciento considera como buena la gestión del jefe de Estado, según encuesta de Guarumo, ahora con la llegada de Éder a la alcaldía verá enfrentadas dos corrientes políticas totalmente opuestas.
La bendición en Bucaramanga
Con cerca de 20 puntos porcentuales de diferencia sobre su más cercano competidor, Jaime Andrés Beltrán se convirtió en el nuevo alcalde de Bucaramanga. La capital de Santander seguirá siendo de oposición al Gobierno Petro, teniendo en cuenta que la ciudad y el departamento son el fortín político de Rodolfo Hernández.
Beltrán, quien es pastor de una iglesia cristiana y ha sido catalogado como el Bukele colombiano, haciendo referencia al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha centrado su discurso en la seguridad y se ha convertido en un férreo opositor de Gustavo Petro.
El nuevo alcalde de Bucaramanga no duda en tildar de “nefasto” el Gobierno Petro y en mostrar su rechazo a propuestas como pagarles un millón de pesos a los jóvenes para no matar. Beltrán ha puntualizado, además, que “incentivar el delito no es el camino”. En ese orden de ideas, la relación entre ambos mandatarios se muestra infructuosa.
Para Omar Oróstegui, director del Laboratorio de Gobierno de la Universidad de La Sabana, los resultados de estas elecciones demostraron que “el proyecto político de la izquierda no está consolidado en las regiones del país, de ahí que el presidente Petro tendrá que hacer una evaluación si quiere consolidarlo”.