En medio de lo que podría denominarse la peor de sus crisis, evidenciada por la salida de varios de sus militantes (entre ellos algunas figuras), las divisiones internas y el resultar salpicados en medio del escándalo de ‘carrusel de la contratación’ de Bogotá, el Polo Democrático Alternativo (PDA) y las 15 facciones políticas que lo conforman aún no se ponen de acuerdo acerca de tres temas que pueden definir el rumbo de esa colectividad. El jueves, Comité Ejecutivo Nacional del partido de izquierda sesionó tras varias tentativas pero al carecer de varios de sus mandos no logró llegar a los acuerdos más importantes y decidieron aplazar para el próximo lunes las decisiones de fondo. Uno de los temas es el reemplazo de la presidenta del partido, Clara López Obregón, que fue designada por el presidente Juan Manuel Santos como alcaldesa encargada de Bogotá, tras la suspensión de su copartidario Samuel Moreno por cuenta de las investigaciones que le adelanta la Procuraduría General de la Nación en el caso de los retrasos en la construcción de la troncal de la calle 26. Solo que aquí corre en contra del Polo el tiempo, pues tiene hasta el martes entrante para definir su cabeza visible ante el Consejo Nacional Electoral y que esa entidad la reconozca. De lo contrario, le sería imposible a ese partido político otorgar avales para las vecinas elecciones regionales de octubre. Por ahora, según dijo el secretario general de la colectividad, Germán Ávila, los nombres que se barajan para esa dignidad no serán revelados por el momento. De igual forma ocurre con las identidades de aquellos que compiten por ser el candidato del PDA para la alcaldía de Bogotá. La ciudad es fortín político amarillo desde que el 26 de octubre de 2003 Luis Eduardo ‘Lucho’ Garzón ganara en las urnas, pero hoy no la tiene para nada clara por cuenta de las investigaciones que la administración Moreno enfrenta por irregularidades en la contratación de obras de infraestructura. Precisamente, el tomar distancia de los principales implicados del partido en esas pesquisas, a decir, los hermanos Samuel (Alcalde) e Iván (Senador) Moreno, es otra ‘papa caliente’ que se espera que defina el Comité el lunes. El bullicio de las denuncias, varias presentadas al interior del mismo Polo, ha venido propiciado el abandono de varios militantes, entre ellos varias figuras. El más importante de los últimos fue el excandidato presidencial por ese mismo partido Gustavo Petro, quien ahora aspira a al Palacio de Liévano con el apoyo de otros desertores recientes: Carlos Vicente de Roux, Daniel García-Peña y Jorge Rojas, entre otros. La expulsión del partido de los Moreno Rojas es, entonces, una prioridad para algunas facciones al interior del Polo, pero al parecer ello en vez de generar consenso genera aún más divisiones. El otro reducto del Polo, la gobernación de Nariño, carece hasta ahora de un candidato sólido y que haga cesar los fraccionamientos, por lo que corre serio riesgo de perderse también.