Hacia las 8:00 a.m. del martes 18 de abril, toda la bancada del Partido Conservador y del Partido de la U llegaron a la cita que tenían programada en el hotel La Ópera, en el centro de Bogotá, a unas cuadras del Capitolio Nacional, para tener un último cónclave antes de que se debatiera la reforma a la salud en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes. Cada colectividad se reunió por aparte: los godos en el último piso del edificio y La U en el salón de atrás.
En la Cámara de Representantes ya había movimiento porque la cita era a las 8:00 a. m. Había congresistas, asesores e invitados, esperando el anhelado debate. Cada tanto se hacían anuncios de reprogramación del debate hasta las 2:00 p. m.
En La Ópera los congresistas estuvieron durante medio día analizando junto a sus técnicos si las 133 proposiciones que le habían planteado al Gobierno fueron recogidas. Por un momento el panorama parecía favorecerle al Gobierno y se habló de que respaldarían la iniciativa, ya que encontraron que algunas recomendaciones fueron acogidas. Desde la oposición cuestionaron que detrás habría “mermelada” y “chantajes”.
Hasta el mediodía ambas bancadas estuvieron acuarteladas tomando decisiones de fondo. Durante esas horas reinó el hermetismo y ni los congresistas ni nadie adentro quería dar un anuncio hasta que se tomara una decisión de fondo.
Hacia la 1:00 p. m. la percepción cambió y fue cuando los congresistas del Partido Conservador anunciaron su negativa. “No se apoya”, le dijo un congresista a SEMANA.
El ambiente en La U era distinto. En voz baja se habló que la bancada le daría la oportunidad al proyecto y que preferían abrirle la puerta al debate en el Congreso. Aclararon que seguirían insistiendo en que acogieran sus proposiciones.
Ese dilema llevó a ambas colectividades a que se reunieran y conversaran lo analizado por cada una de sus bancadas. Compartieron conclusiones y determinaron que sacarían un comunicado conjunto anunciando su decisión. Desde el Partido Conservador había voces que pedían el no rotundo.
Durante casi una hora, ambas bancadas concertaron un comunicado conjunto en el que expresaron su posición. Fue tal la tensión que a pesar del prolongado tiempo, publicaron un documento de dos párrafos en el que definieron su postura.
“Las bancadas de los Partidos Conservador y de La U somos conscientes de la necesidad de una reforma a la salud que salve vidas, enfocada al usuario y el bienestar de los colombianos”, redactaron en el comunicado.
Y agregaron: “Por lo tanto, reafirmamos nuestra posición de no apoyar el texto de reforma a la salud como lo ha presentado el Gobierno, ya que no están acogidas la totalidad de las propuestas presentadas por nuestras colectividades”.
Además, Efraín Cepeda, presidente del Partido Conservador, y Dilian Francisca Toro hicieron el anuncio a través de un video.
A la salida del hotel La Ópera, una gran cantidad de periodistas los estaban esperando para preguntarles por la anhelada decisión.
Mientras eso sucedía, el expresidente César Gaviria, líder del Partido Liberal, anunciaba que si se mantenía la ponencia del Gobierno, no respaldarían la reforma.
“O incluyen las líneas liberales en la ponencia o votamos negativo, no me presto para jugar con la salud de los colombianos”, afirmó el expresidente César Gaviria.
Con ese ambiente en contra de la reforma del Gobierno arrancó el debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes hacia las 3:10 p. m. La discusión estuvo trancada por distintos motivos, especialmente, por una recusación que fue presentada en contra de los congresistas de la comisión y que generó un profundo debate durante varias horas. Evaluaban cuál debía ser la decisión de la corporación para no invalidar lo que se discutiera.
Los congresistas de la oposición, y algunos de la coalición del Gobierno, reclamaron que no se podía continuar la discusión porque se exponían a sanciones. Mientras que desde el Pacto Histórico le pedían a Escaf desestimar las recusaciones y seguir adelante con el debate.
Finalmente, fue aprobada una solicitud de aplazamiento con 12 votos a favor y 9 en contra. Escaf anunció que continuará el debate este miércoles 19 de abril, sin embargo, la gran duda sigue siendo lo que pueda ocurrir con las recusaciones, ya que la Comisión de Ética del Congreso cuenta con tres días para dar una respuesta a esa solicitud.
El futuro de la reforma por ahora es incierto. Los directores del Partido de la U y Conservador dijeron en su anuncio que están de acuerdo con una reforma a la salud, pero hasta el momento han demostrado que no están dispuestos a ceder sobre puntos fundamentales sobre el proyecto que no están siendo ajustados.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro, desde Estados Unidos, dijo que esas bases se deben mantener. “No se pueden aceptar todas las propuestas de La U y el Partido Conservador porque nos devuelven a un mundo donde privados manejan el dinero público y la salud de los colombianos solo para hacer negocios particulares”, afirmó el mandatario.
¿Quién ganará este pulso?