SEMANA: ¿cómo vio la nueva ponencia de la reforma tributaria que se presentó para su primer debate?
ANDRÉS FORERO (A. F.): a pesar de que lograron morigerar algunos de los artículos más lesivos en el tema de la inversión, del crecimiento económico y la generación de empleo, sigue siendo complicada en muchos aspectos, en términos de estímulo a la inversión, sobre todo de cara a un 2023 bastante complejo de recesión mundial.
Es muy inconveniente en este momento, con un escenario adverso y una inflación que en septiembre llegó a 11,44 %, que estén aprobando una reforma tributaria que va a propiciar un incremento aún mayor de la inflación. Tres impuestos en particular, los plásticos de un solo uso y los dos denominados saludables, podrían propiciar un incremento de 1,31 puntos porcentuales en la inflación total si aprueba. Es preocupante, es una reforma inconveniente y completamente inoportuna.
SEMANA: desde el Centro Democrático han denunciado que en las próximas horas habrá ‘pupitrazo’ al proyecto, ¿cuál es la alerta?
A. F.: la presidenta de la Cámara de la Comisión Tercera (Katherine Miranda) ha dicho que se ha discutido, que ha habido debates, foros, etcétera, y efectivamente se discutió el texto que presentó el Gobierno al Congreso. Pero no está bien que si antes de ayer radicaron el texto de la ponencia, lo voten hoy. Yo creo que se puede dar un compás de espera de una semana, donde se puedan digerir las modificaciones, porque los que saben qué cambios hubo son los ponentes y afines al Gobierno que construyeron en el Ministerio de Hacienda la nueva ponencia, pero el resto de congresistas no. A ese texto le estuvieron haciendo modificaciones hasta último minuto. En cierta forma, sí es pupitrear la reforma tributaria.
SEMANA: ¿qué opina de las críticas que hizo el presidente Petro sobre la tasa que fijó el Banco de la República?
A. F.: espero que el presidente mejore sus comunicaciones con su propio gabinete porque él dijo que supuestamente el ministro, que es uno de los siete directores que estuvieron en esa sesión del 29 de septiembre, estaba en contra de que se subiera la tasa de interés de política monetaria. Pero lo que dicen las minutas de esa reunión es que todos los directores estaban de acuerdo con que subiera la tasa de interés, solamente había diferencia en las magnitudes.
No es la primera vez que un presidente se pronuncia sobre lo que dice el Banco de la República, pero si unimos esta intervención del presidente, a lo que escribe en sus libros y lo que dijo en campaña, que quería reformar el Banco de la República, a uno le da un poco de preocupación si él va a terminar o no respetando a lo largo de estos cuatro años la autonomía del Banco.
Otra cosa que me pareció muy preocupante fue que en uno de esos trinos decía que para evitar la salida de capitales que pueden verse atraídos por el alza de tasa de Estados Unidos, él recomendaba que se le pusiera una suerte de impuestos, de capitales golondrina, otra vez un poco sugiriéndole qué es lo que debe hacer. A mi juicio es un despropósito que lo plantee el presidente.
Uno a veces siente que Petro no se ha acomodado todavía a su cargo. Él siente que todavía es un senador o un activista, pero cuando hace declaraciones de esa naturaleza los mercados toman nota y es posible que lo que termine propiciando es una salida significativa de capitales y que se siga disparando el alza del dólar.
SEMANA: dentro de poco se cumplirán los 100 días de mandato de Petro, ¿qué opina del arranque del Gobierno y de los anuncios de su gabinete?
A. F.: creo que han sido 100 días con bastantes sobresaltos, con muchos tropezones, tanto de Petro como de su gabinete. Hemos visto que el presidente no ha resuelto su problema de puntualidad. Ya habíamos visto que antes de que se posesionara hubo un tema complicado cuando dejó plantados a cientos de alcaldes, a los que él mismo había citado, finalmente terminó no presentándose. Vimos que una vez posesionado se mantuvo esa práctica hasta el punto que le llegó tarde al presidente de Estados Unidos y no se pudo dar ese encuentro en la comida que estaba programada.
Por otro lado, hemos visto falta de pericia y de conocimiento de parte de varios ministros. Vimos lo que pasó con la ministra de Minas y Energía (Irene Vélez), una persona que seguramente es muy competente en filosofía, pero que ha mostrado en repetidas ocasiones que desconoce su cartera. Ella dice que no le parece grave que Colombia dentro de ocho años vaya a depender energéticamente de Venezuela, después dice que no que eso no es lo que quería decir, un poco por este capricho que tiene Gustavo Petro que es que Colombia no siga explorando y explotando su riqueza en hidrocarburos, pero que siga consumiendo; es un contrasentido. Eso pone en jaque y en riesgo nuestra soberanía energética, en un momento en el que el mundo está viendo una lección que está aprendiendo Europa a un costo muy alto de no depender energéticamente de Rusia.
Otro reversazo fue lo que pasó con la reforma tributaria, que salieron a decir que no iba el tema del Día sin IVA, después que sí, pero para productos nacionales. Entonces uno ve, por un lado, inexperiencia, por otro, falta de conocimiento e improvisación y reverzasos constantemente. Eso es preocupante, da la impresión de que estuvieron diciendo que querían llegar al poder durante muchos años y que llegaron y no tienen un derrotero claro.
SEMANA: hablando de la promesa de “cambio”, en estos días generó escándalo el contrato del Dapre, ¿cómo vio este episodio, especialmente cuando culparon a gobiernos anteriores?
A. F.: eso se repite en varios temas. No quedó bien que el presidente de la República tuviera que salir a hablar de eso. Las explicaciones del director del Dapre fueron insuficientes e insatisfactorias. Pero no es solamente ese episodio, son varios. Ellos se quejaban de que los gobiernos anteriores utilizaban el servicio diplomático, y yo creo que sí, uno tiene que reconocer que hay que avanzar hacia la profesionalización del servicio diplomático en Colombia, pero ellos hoy están haciendo lo mismo.
Si usted revisa las personas que han nombrado en las embajadas, básicamente son todos amigos del presidente, la embajada en Venezuela, en Nicaragua, en Argentina, con el agravante de que esas tres tienen personas con procesos abiertos. No nombraron personas de carrera en esos cargos, sino personas cercanas al presidente. Vamos a ver qué termina pasando con la embajada en Francia porque lo que decían es que iban a nombrar a la esposa de Álex Vernot, que también es una persona cercana al presidente.
El problema que va a tener Gustavo Petro es que llegaron con un discurso muy agresivo, revolucionario, que iban a cambiar prácticamente todo, y lo que hemos visto hasta ahora es que ha cambiado muy poquito, que se han mantenido muchas prácticas. Eso más que la oposición se lo va a terminar cobrando la gente que votó por ellos. Lo más gráfico fue el tema de los gastos excesivos, que además se cae esa narrativa que supuestamente habían dejado “raspada la olla”. Eso de los cuatro millones de pesos en plumones de plumas de ganso, el televisor de los 27 millones de pesos, siento que no se marca ni se ajusta con esa narrativa que ellos indebidamente trataron de vender.
SEMANA: ustedes ahora son oposición, ¿cómo les ha ido desde esta orilla?
A. F.: yo vengo acostumbrado a hacer oposición, pasé de serlo en Bogotá a serlo en el Congreso. Es importante que en cualquier gobierno haya una oposición y que dé los debates de manera seria, con datos. Yo particularmente estoy preocupado y metido en algunas de las reformas que ha anunciado el presidente que todavía no ha presentado, declaraciones de la ministra de Salud (Carolina Corcho), y ahí se puede ver ese contraste entre criticar como activista y lo que es gobernar. En su momento cuestionó al ministro (Fernando) Ruiz y le decía que cuándo iban a llegar las vacunas del covid, que si había que contratar astrólogos o espiritistas y adivinadores, y hoy dijo: “Vamos a traer rápidamente las vacunas de viruela del mono”, y han pasado prácticamente dos meses y no han hecho los contratos. Vemos lo que está pasando con el tema de la escasez de medicamentos.
Nosotros desde la oposición tenemos que ser cuidadosos y tratar de ser coherentes para que no nos pase lo que hoy le está pasando al Gobierno. Ellos han sido un poco cínicos, lo que pasa es que, a veces, en particular Gustavo Bolívar, es capaz de hacer unas volteretas impresionantes, pero la gente se da cuenta de esos cambios. Le está pasando a Petro como le pasó a (Gabriel) Boric en Chile, también llegó con un discurso muy radical, fue implacable siendo oposición y una vez que llegó al Gobierno se dio cuenta de que era distinto y todo se le empezó a devolver, en tres meses tuvo una caída impresionante en su favorabilidad en las encuestas.
SEMANA: ¿habrá más marchas de la oposición?
A. F.: esa marcha no la organizó el Centro Democrático, fue una marcha ciudadana. Yo creo que al Gobierno a veces se le olvida que ganó por un margen estrecho. Fue un buen recordatorio de la ciudadanía que salió a decirle que a pesar de que pudo haber llegado con esas mayorías, el 50 % prácticamente votó en contra suya, que el país estaba dividido, que no tiene un cheque en blanco para gobernar Colombia. Están convocando a una nueva marcha, pero son iniciativas ciudadanas, tengo entendido que a finales de octubre se presentará otra.