La situación de Laura Sarabia en la Casa de Nariño era insostenible y por esa razón el presidente Gustavo Petro tomó la decisión de separarla de la Jefatura de Despacho.
Aunque el mandatario siempre respaldó a Sarabia, la contundencia de lo revelado por SEMANA y confirmado por la Fiscalía, obligó a Gustavo Petro a separarla a pesar de ser su mano derecha y la única persona de confianza en el Ejecutivo.
“Y mientras se investiga mi funcionaria querida y estimada (Laura Sarabia) y el embajador de Venezuela (Armando Benedetti) se retiran del Gobierno, para que desee el poder que implica esos cargos no se pueda tener la desconfianza de que se va a alterar los procesos de investigación”, dijo el presidente Gustavo Petro.
Lo cierto es que aunque decide separarla del cargo, el presidente Petro sigue respaldando a Sarabia, pero seguramente por la situación prefiere que no esté en la Casa de Nariño mientras avanza la investigación.
Al conocer la decisión del presidente Petro y en un pronunciamiento público, Sarabia agradeció al mandatario y dijo: “lucharé profundamente por defender mi reputación”.
SEMANA conoció detalles de cómo transcurrió la reunión entre los tres, que casi al filo de la medianoche tuvo lugar, para hablar del escandaloso tema. Cuando todos llegaron a la cita, que comenzó a las 10:00 p. m., el fiscal Barbosa ya había hecho públicas las chuzadas de las que habían sido víctimas no solo la exniñera de Laura Sarabia, Marelbys Meza, sino también su empleada del servicio.
Los detalles de cómo se había dado todo eran, a juicio del fiscal, “grotescos” y se asemejaban a las prácticas de la temible Gestapo. Y los dos funcionarios se veían por primera vez cara a cara desde que todo estalló, tras la portada de SEMANA. El encuentro se dio en la casa de otro alto funcionario de Palacio y fue muy tenso. La primera solución que llevó el jefe de Estado a la reunión fue que tanto Sarabia como Benedetti debían irse.
Sin embargo, fuentes de la Casa de Nariño le aseguraron a SEMANA que Petro se dio un fuerte abrazo con Sarabia y se mostró solidario con ella. Entre tanto, la conversación con Benedetti parecía más difícil. Hubo recriminaciones del presidente y poco escuchó las razones del embajador de Colombia en Caracas, pese a la cercanía entre los dos y la confianza que se fortaleció durante la campaña. Benedetti llegó a convertirse en la sombra de Petro candidato.
En últimas, Petro lucía más intransigente con Benedetti que con Sarabia, a pesar de las graves acusaciones en su contra de parte de la niñera y de la Fiscalía. Sarabia acusó a Benedetti de ser el filtrador y de estar detrás de las denuncias de la niñera. Benedetti, por su parte, señaló que Sarabia filtró a varios medios informaciones contra él para tratar de desprestigiarlo y apaciguar el escándalo.
Al final, el presidente les advirtió que este viernes le comunicaría al país su decisión para tratar de conjurar este escándalo que enreda al Gobierno.
Choque en la Casa de Nariño: mientras presidente niega chuzadas, minDefensa pide que se sepa “toda la verdad”
Tanto Gustavo Petro como Iván Velásquez fueron dos voces implacables contra los escándalos de chuzadas del pasado. Por eso, llama la atención los distintos caminos que tomaron cada uno frente al caso de la exniñera y la empleada del servicio de Laura Sarabia.
Los hechos, como dijo el fiscal, son “grotescos”. A la niñera Marelbys Meza y a la empleada de servicio de la casa de Laura Sarabia las hicieron pasar como criminales del Clan del Golfo, incluso se les inventaron un alias, para poder interceptar sus teléfonos con una orden que enviaron al Chocó, diciendo que ambas eran del Clan del Golfo.
El presidente Petro, sin embargo, no rechazó los hechos, sino que se fue contra quienes los denunciaron. “Acusar al gobierno del cambio de interceptaciones ilegales es de tamaña irresponsabilidad. Ningún miembro del Gobierno ha dado ninguna orden de interceptaciones telefónicas. Mañana nos pronunciaremos sobre las decisiones que he tomado alrededor del caso del polígrafo”, dijo.
El ministro Velásquez, quien es le jefe de la Policía, la institución que habría chuzado a las dos mujeres presuntamente por solicitud de Palacio de Nariño, señaló: “Con la misma vehemencia con la que en el pasado reclamé justicia, lo hago hoy. Quienes ordenaron las recientes interceptaciones ilegales no pueden quedar en la impunidad. Por el bien del gobierno al que pertenezco, toda la verdad debe ser conocida por el país”, señaló.
Agregó: “Como ministro de defensa, le he pedido al director general de la Policía Nacional adelantar con toda celeridad y todo rigor las investigaciones administrativas internas que permitan esclarecer estos hechos lo más pronto posible”.
Lo cierto es que las declaraciones del presidente y las de su ministro no están en el mismo tono.
Ambos hablaron luego de que se conociera que Laura Sarabia, jefe de Despacho de la Presidencia de la República, presentó su carta de renuncia al presidente Gustavo Petro el pasado 29 de mayo, horas antes de que emprendiera el viaje a Brasil.
Según la fuente del alto gobierno consultada por SEMANA, el mandatario está analizando todo lo ocurrido en las últimas horas para determinar si se acepta o no, aunque en Palacio aseguran que lo más seguro es que sí lo hará ante la gravedad de los hechos que se han conocido durante este primerode junio de 2023.
En un sentido similar se pronunció el minInterior, Luis Fernando Velasco. “Gobierno no ha ordenado, y mucho menos el presidente Gustavo Petro, unas escuchas ilegales, y nosotros con la misma vehemencia que denunciamos hace años las chuzadas a los magistrados de la Corte Suprema, pedimos que se investiguen recientes denuncias y se sancione a responsables si se comprueba veracidad de las mismas”.