El presidente de la República, Gustavo Petro, anunció que dialogará con el señalado dictador de Nicaragua Daniel Ortega para que respete y no moleste a los raizales que quieran ejercer su derecho productivo a la pesca en San Andrés. El contacto se realizará en los próximos días.
En el discurso que dio el mandatario colombiano en San Andrés, en el desfile militar del 20 de julio en conmemoración del Día de la Independencia, indicó que pondrá sobre la mesa ante las autoridades de Nicaragua la reciente decisión de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en la que Colombia derrotó al país centroamericano en sus pretensiones marítimas.
“Solicitaremos el diálogo con Nicaragua para negociar las condiciones de pesca del pueblo raizal del Caribe, hablaremos con Ortega, con su Gobierno, sobre esos nuevos fallos, podemos hacer prevalecer con los pueblos para que tengan derecho a la pesca sin ser molestados, puedan comunicarse entre sí sin barreras”, sostuvo Petro.
El anuncio del jefe de Estado se dio luego de que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, propuso un acuerdo a su homólogo colombiano, Gustavo Petro, tras el histórico fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en el que se tomó una decisión a favor de Bogotá con respecto a los límites marítimos de ambos países; sin embargo, el nicaragüense buscaría una apuesta mucho más beneficiosa en su caso.
Ortega, en el marco de la celebración de la celebración por el 44 aniversario de la Revolución Sandinista, en un evento público que fue transmitido en vivo a nivel nacional, recalcó que, si bien la Corte había fallado a favor de Colombia, en 2012 les había dado a ellos la razón en medio de sus alegatos, por lo que propuso un acuerdo entre ambos países para establecer nuevamente los límites de cada Estado.
“No hemos sido nación de grandes confrontaciones, nuestros problemas han sido de orden limítrofe, por eso, si la Corte ya falló a favor de ellos y la Corte ya falló a favor nuestro, entonces ahí tenemos la salida para que busquemos ya la forma de plasmar esto, en un decreto”, afirmó en su discurso Ortega.
Y agregó: “donde quede claro que Nicaragua ya es dueña, como en efecto lo es, y está ejerciendo soberanía en esos 75.000 kilómetros cuadrados que le dio la Corte en el mar Caribe, y con el mejor espíritu de paz, de entendimiento, le voy a dar este mensaje al presidente Petro”, indicando que no se estaba dando por vencido tras el fallo, sino que buscaría la forma de obtener sus reclamos.
Discurso con pullas
Por otro lado, en un agudo discurso, el mandatario lanzó varias pullas sobre el manejo jurídico que le dio Colombia al litigio con Nicaragua. Mencionó directamente al expresidente Andrés Pastrana, criticando la postura que tuvo sobre la Corte Internacional de Justicia de La Haya, la cual, según aseguró, desató una ola de decisiones adversas.
“Indudablemente, hoy es un día especial, por el significado de una victoria relativa que ha obtenido Colombia en el ámbito de justicia internacional con el fallo de La Haya vinculante de la Organización de Naciones Unidas, seguido con algunas derrotas relativas, al rededor del concepto de territorialidad y del concepto de mar que hace parte de la nación colombiana, y que es neurálgico en el mar Caribe”, sostuvo Petro.
Y agregó: “la igualdad y la fraternidad son la base de la convivencia en paz de los pueblos, recogemos esa raíz histórica, se nos había olvidado el Caribe; desde Bogotá pensaban que san Andrés era un balneario para comprar equipos de sonido”.
“Se nos olvidó qué es una nación, una nación es el pueblo antes que nada. Se nos olvidó la existencia del pueblo, el pueblo es la base de la soberanía, por eso nos desafiaron, por eso fue Colombia demandada, entramos en un proceso jurídico. Pastrana aceptó la Corte Internacional de Justicia, empezamos a perder una y otra vez, Colombia lo que ha visto es perder su territorio una y otra vez, como si los que gobernaran de Bogotá no tuvieran corazón”, insistió el mandatario colombiano.
También alertó: “después perdimos 75.000 kilómetros de mar de San Andrés en 2012, una secuencia de pérdidas nacionales que desde el mapa geográfico significa la debilidad, una nación no puede perder su territorio, si la base de una nación es su pueblo y la debilidad es su pueblo, si su pueblo no logra encontrar los puentes de un acuerdo nacional”.
“La patria es un ser vivo, no una estatua de mármol o de bronce, no es inerte, es un fluir de la historia y se construye desde las decisiones de sus sociedades, equivocadas o no. Así fue con Panamá, perdiendo una de las zonas más ricas de Colombia. Mientras que nosotros nos matábamos entre sí, entre liberales y conservadores, perdíamos el Canal de Panamá, perdíamos el territorio que nos comunicaba”, continuó en su intervención en compañía de la cúpula Militar y de Policía.
Además, señaló: “hoy hemos triunfado relativamente, este equipo se estrenó, reconozcamos que los coagentes, un equipo integrado por raizales, hizo ganar a Colombia en soberanía, el triunfo es de ustedes, del pueblo raizal, tenemos que decir ahora qué, para dónde vamos, otra vez para el olvido, que nos costó 75.000 kilómetros de mar solo porque a una élite se le olvidó el pueblo raizal, para que después se aproveche de esa debilidad, para que sigamos perdiendo o recojamos nuestros errores y reflexionemos”.
La decisión de La Haya
El fallo de la Corte Internacional de Justicia es una de las mejores noticias que ha recibido el país en años. Se trata del fin de una controversia por el territorio colombiano que tuvo a Colombia en riesgo de perder su territorio marítimo ante la ambición de Nicaragua. Finalmente, la Corte Internacional de Justicia le dio la razón a la defensa nacional.
En su decisión, la Corte explicó que muy pocos países en el mundo han tenido una pretensión semejante, de ganar territorio por medio de ampliar la plataforma continental. La presentación de la decisión la hizo Joan Donoghue, presidenta de la Corte Internacional de Justicia.
La jurista hizo una extensa explicación jurídica sobre los derechos que tienen los estados sobre el mar y los casos que se han presentado en esa jurisdicción sobre el particular. La presentación de la corte fue ecuánime y varias veces aseguró que Nicaragua no tenía razón en sus pretensiones.
En resumen, se podría decir que Colombia ganó todo y Nicaragua perdió todo. La decisión se dio por una mayoría muy grande. En casi todas las pretensiones, Colombia ganó con 13 votos contra 4.
El primero tenía que ver con la hipótesis de Nicaragua de marcar el límite marítimo de la plataforma continental extendida. El segundo, con declarar que las Islas de San Andrés y Providencia tienen una plataforma limitada. Estos dos puntos tuvieron una mayoría de 13 contra 4.
El tercero tenía que ver con limitar los espacios marítimos de Serrana, Serranilla y Bajo Nuevo. Allí, Nicaragua había dicho que Serranía, Bajo nuevo y Serrana no generan derechos territoriales, pero la corte dijo que Colombia sí tiene soberanía sobre estas. Sobre esto último, la corte votó 12 a favor y 5 en contra.
El jurista dijo que el fallo sobre Colombia llena enormes vacíos en el derecho del mar y evitará nuevas e innumerables controversias contra Estados en muchas regiones del planeta. Agregó que el fallo reivindica la política de Estado de emplear el derecho, privilegiar el imperio de la ley y fortalecer los mecanismos judiciales siempre. “No es fácil para un Estado, que debe hacer frente a una pretensión tan exorbitante, participar en un proceso cuyo único resultado aceptable es una victoria”, reconoció.
“No solamente ganamos, ganamos todo”, explicó la periodista María Isabel Rueda. “Al equipo colombiano le funcionó su estrategia de no entrar a discutir ningún límite con Nicaragua, sino a sostener que el problema limítrofe era jurídico y que eso impedía que la plataforma extendida de Nicaragua se metiera en las 200 millas del archipiélago o el continente, porque eso lo prohíbe el derecho consuetudinario. Irónicamente, lo que perdimos con el fallo del 2012, pues que ya está definitivamente perdido y su regulación acepta la corte, dependerá de acuerdos de pesca y de un nuevo tratado aún pendiente con Nicaragua. Nos ahorró una nueva delimitación, es así de claro”, insistió por último en su explicación a SEMANA.