El presidente Gustavo Petro, en un fervoroso discurso desde Puerto Resistencia, en el centro de Cali, advirtió este viernes 15 de marzo de 2024 que si no se aprueban las reformas sociales que le planteó al Congreso de la República, convocará una Asamblea Nacional Constituyente.
Frente a la minga indígena, el mandatario colombiano descartó por completo el diálogo nacional que propuso al principio de su administración.
“Diálogo sí, concertación sí, pero con el pueblo en las calles. Si las instituciones que hoy tenemos en Colombia no son capaces de estar a la altura de las reformas sociales que el pueblo, a través de su voto, decretó, demandó, mandó y ordenó, entonces no es el pueblo el que se va arrodillado hacia su casa, derrotado. Son las transformaciones de esas instituciones las que se tienen que presentar”, indicó el mandatario.
Además, dijo que el pueblo no debe “irse”, sino que deben cambiar las instituciones: “Esa es la historia de la democracia y de los pueblos libres”.
“Por tanto, si esta posibilidad de un gobierno electo popularmente en medio de este Estado y bajo la Constitución de Colombia no puede aplicar la Constitución porque lo rodean para no aplicarla y le impiden, entonces Colombia tiene que ir a una Asamblea Nacional Constituyente”, advirtió el mandatario.
Agregó: “Colombia no se tiene que arrodillar. El triunfo popular del 2002 se respeta. La Asamblea Nacional Constituyente debe transformar las instituciones para que le obedezcan al pueblo el mandato de paz y justicia, que es fácil de lograr”.
Petro también reaccionó al momento de la captura que realizó el CTI de la Fiscalía General de la Nación de su hijo Nicolás Petro, dentro del proceso por la presunta financiación de la campaña presidencial.
Indignado, el jefe de Estado reaccionó al material, señalando que lo mostraron como al extinto capo del cartel de Medellín, Pablo Escobar.
“¿Qué les molesta si el niño puede ir sano a la escuela como dice la canción? ¿Por qué les pesa tanto? ¿Por qué odian al presidente que lo propone en la mesa? Yo no soy de los festines de ellos, yo no voy a los prostíbulos donde van ellos. Yo no voy a sus clubes sociales a tomar whisky mientras la gente se muere de hambre”, sostuvo Petro.
También confesó que hace parte de la primera línea, grupo que en el estallido social protagonizó la protesta violenta en Colombia.
También le pidió al Ministerio de Cultura que, en un grito de rebeldía, declare Puerto Resistencia como un monumento nacional, estructura que construyó la primera línea en medio de las manifestaciones.
“Si los monumentos nacionales se decretan materiales porque son parte de nuestra historia, muchos de los conquistadores son monumentos. No de los conquistados, como una imagen como el Belalcázar esclavista derribado. Le costó tanto a la oligarquía ver, no se sentía representada (por) los indígenas que tumbaban al conquistador y la esclavitud. Se sentían representados era (por) el esclavista blanco que caía con su caballo por la fuerza del pueblo”, sostuvo Petro.
Además, el presidente hizo un llamado a marchas masivas en el suroccidente del país.
“A movilizar la población. No 10 mil. 100 mil, 200 mil o 500 mil seres humanos del suroccidente de Colombia para pedirle a Colombia la gran movilización que permita que el cambio sea posible”, dijo.