Lo que nadie preveía ocurrió este miércoles 26 de abril. La controvertida ministra de Salud, Carolina Corcho, saldrá del cargo por petición del propio presidente Gustavo Petro.
SEMANA conoció que la decisión la tomó el mandatario tras perder, preliminarmente, el pulso de la reforma a la salud con los partidos de La U, Liberal y Conservador, que decidieron oponerse al contenido del articulado, pese a que formaban parte de la coalición de gobierno.
Corcho se convirtió en una piedra en el zapato para el Gobierno, radicalizó sus posturas y llevó al presidente Petro a enfrentarse con los partidos políticos, con los congresistas e, incluso, con los propios compañeros de gabinete.
No se puede olvidar que el choque de trenes entre la psiquiatra y el exministro de Educación, Alejandro Gaviria, le costó la cabeza al exrector de Los Andes, quien quedó por fuera del Gobierno por insistir en la inviabilidad de la iniciativa.
Además, Corcho se enfrentó al ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, y a la ministra de Agricultura, Cecilia López, dos funcionarios curtidos en la administración pública que manifestaron públicamente su oposición al proyecto, pero Corcho pasó por encima y siguió adelante con sus ideas. Ocampo no entregó el concepto y aval fiscal de la reforma en su momento.
En el Congreso, la ministra creyó que pesaba más que el Legislativo, no concertó su reforma y la llevó a la controversia.
De hecho, la reforma a la salud fue presentada por Gustavo Petro en febrero de 2023 y desde noviembre de 2022 ya generaba ruido en el país. Corcho satanizó la iniciativa, no la socializó en el país y, después de presentarla en el Legislativo, empezó a polemizar.
Además de con los ministros, la psiquiatra también terminó peleada con el presidente del Senado, Roy Barreras. Él, desde noviembre de 2022, en una entrevista que concedió a SEMANA, le pidió que socializara el proyecto, pero ella lo guardó hasta febrero de 2023. Y, en medio de las pujas y controversias que generó la propuesta del modelo de salud de la ministra, el senador dijo que era una funcionaria ideologizada, terca e irresponsable.
Aunque Corcho y Barreras desayunaron en el apartamento del presidente del Senado en el norte de Bogotá en marzo de este año, la relación no mejoró.
Y ni qué decir de las diferencias de la ministra con los directores del Partido de la U, Dilian Francisca Toro, y el Conservador, Efraín Cepeda.
Los equipos técnicos de ambas colectividades intentaron ponerse de acuerdo durante varias semanas en el ajuste de algunos artículos de la reforma, pero los asesores de Corcho no cambiaban el articulado y lo dejaban tal cual. “Esto es una perdedera de tiempo”, dijo en su momento visiblemente molesto el senador Cepeda.
La salida de la ministra se da en un momento complejo para el Gobierno porque la Comisión Séptima de la Cámara aprobó la ponencia positiva de la reforma, pero en los próximos días empezará a analizar el articulado del proyecto. Y si la ministra Carolina Corcho no está, ¿quién defenderá el texto?
Ante ese escenario, es probable que, eventualmente, el presidente Gustavo Petro esté contemplando la posibilidad de retirar el proyecto del Legislativo ante la falta de respaldos. O, al contrario, seguir su estudio, lograr consensos y construir sobre lo construido.