En el proceso contra el expresidente Álvaro Uribe, Juan Guillermo Monsalve fue el testigo clave. El exparamilitar gozó de credibilidad y protección de la Corte Suprema, a pesar de que incumplió las reglas carcelarias y abusó de esos privilegios.
Su testimonio sirvió para que hoy el exmandatario tenga abierta una investigación en la que el Tribunal Superior de Bogotá negó la preclusión del caso por presunta manipulación de testigos y fraude procesal. Monsalve ha sido la ficha principal del senador Iván Cepeda contra Uribe.
A lo dicho por Monsalve ante un juez, señalando a Uribe de vínculos con el paramilitarismo, el mismo expresidente una vez más en su cuenta de X volvió a referirse a este punto del caso en el que desmiente lo dicho por el exparamilitar.
Uribe menciona que “Monsalve nunca me conoció” y señala que el mismo “supuesto testigo” luego aseguró que no tenía nada en contra del exjefe de Estado.
“Monsalve, el testigo del senador Cepeda, nunca me conoció, su padre trabajó en la finca Guacharacas, donde no volví desde 1983 cuando allí la Farc asesinó a mi padre, quien los enfrentó en un intento de secuestro”, dijo Uribe en un extenso mensaje en su perfil de X.
Agrega que además “en una audiencia de la Fiscalía contestó al doctor Jaime Granados que no me conocía, que nada tenía en mi contra, que me vio en un acto público de la Gobernación. Confundió mi respuesta a una solicitud de la comunidad sobre una planta de sacrificio de reses con la insinuación de un matadero de seres humanos”.
Hace unos meses, SEMANA publicó las pesquisas que los investigadores judiciales le habían seguido a Monsalve. El hombre se encuentra condenado a 40 años de cárcel por secuestro extorsivo, porte ilegal de armas y concierto para delinquir.
El expresidente también se refirió al prontuario de Monsalve: “Creo que fue en 2009 cuando lo condenaron a muchos años de prisión por secuestro y delitos por armas cometidos en el Caquetá” y cómo fue que después el exparamilitar lo denunció por paramilitarismo con el senador Cepeda.
“Dos años después, en 2011, me denunció ante el senador Cepeda por paramilitarismo. Entre ambos construyeron cercanía, así lo acreditan muchas visitas carcelarias, mínimo siete. Monsalve dice que el senador Cepeda evitó que lo trasladaran a la cárcel de Valledupar. ¡Ay que yo lo hubiera hecho!”, manifestó.
En ese momento, Monsalve estaba preso en la cárcel La Picota, donde las autoridades habían detectado sus bacanales y habían requisado el contenido de su computador y celular. Lo que se evidenció fue una vida de excesos en prisión y una faceta desconocida hasta ahora sobre el manejo de grandes sumas de dinero. Le adjudicaron ser dueño, por medio de testaferros, de propiedades y vehículos, y de tener negocios con mineros.
Mientras eso pasaba, organizaciones como el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos le ayudaba a su familia a subsidiar su vida diaria. El contenido de sus dispositivos electrónicos dejó también claro que Monsalve se aprovechaba de ser el testigo contra Álvaro Uribe para tener una vida llena de lujos en prisión.
Otro de los involucrados en el caso de Uribe, y que el mismo exmandatario también explica qué pasó con él es “Pipintá, compañero de Monsalve en las denuncias ante el senador Cepeda; dijo a la Fiscalía que nada sabía de mi persona, que escuchaba rumores”.
“Su grupo, Cacique Pipintá del Norte de Caldas, manifestó que no se desmovilizaba, razón por la cual dije al comisionado, doctor Luis Carlos Restrepo, que los pusieran presos”, señaló Uribe.
Otro de los puntos que desarrolla el exmandatario es por qué resulta involucrado en las acusaciones y señalamientos de Cepeda en su contra con esos testigos que se contradicen: “Monsalve ayudó en la cárcel de Cómbita a programar una reunión, pedida por el senador Cepeda y Mercedes Arroyave, abogada hoy escondida, con varios reclusos de dicha prisión. La reunión, según el relato de los reclusos, se solicitó para indagar por unas fosas comunes, pero, finalmente, fue para preguntar por mis nexos con paramilitares y ofrecer beneficios”.
De nuevo, Uribe, al mostrar y explicar punto por punto las contradicciones en su caso, vuelve y reafirma que ante las pruebas “me negaron la preclusión”.