Desde Montería, donde adelanta una convención de jóvenes del Centro Democrático, su partido político, el expresidente Álvaro Uribe fijó su posición sobre el fast track que propuso desde Estados Unidos el presidente Gustavo Petro para tramitar con agilidad en el Congreso algunos de sus proyectos para implementar los acuerdos de paz, entre otros temas.
El expresidente, visiblemente molesto, dijo: “Por favor, el fast track es un acomodo para aparentar como constitucional lo que no es. Yo diría que fue un acuerdo de facto por unas mayorías en el Congreso, bastante señaladas por la mermelada”.
Y agregó: “Cómo va a permitir el país que volvamos a los fast track con lo que vivimos”.
Recordó cómo el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos buscó bajo esa figura la forma de pasar los acuerdos pactados con las Farc en La Habana, Cuba.
“El umbral del plebiscito de la Constitución del 91 requiere una participación del 50 % del censo electoral, lo bajaron al 13 para ese efecto. Y, aun así, perdieron”, recordó Uribe.
“Dijimos, todos queremos la paz, pero hagamos un acuerdo nacional para introducir unas reformas de La Habana y no quisieron, las impusieron. ¿Quién las aprobó? No las aprobó una reforma constitucional, otro plebiscito, no una ley, no las aprobó una norma constitucional del Congreso, fueron aprobadas con una proposición de un Congreso enmermelado por el Ejecutivo. ¡Qué vergüenza! A mí me da tristeza, lo digo con mucho respeto, que la Corte Constitucional hubiera aceptado eso, que una proposición del Congreso que no era ley, ni reforma constitucional, constituyera un procedimiento sagrado de participación popular como el plebiscito”, expresó.
Entonces –dijo Uribe– ahora buscan el fast track para cumplir lo acordado con las Farc. “Primero, para nosotros ese acuerdo de paz es ilegítimo; segundo, inaplicable por los costos. ¿Cuánto ha costado la Justicia Especial para la Paz (JEP)? ¿Qué ha hecho? No hay una sola sentencia contra estos señores de las Farc que van a completar ocho años en el Congreso”, dijo.
Y se preguntó: “¿Cómo así que ahora necesitamos un acuerdo, una norma constitucional?”.
Álvaro Uribe dijo que la Constitución del 91 “es social y de libertades. Digamos, para proteger a los desmovilizados, a los líderes sociales, la Constitución nuestra da todas las posibilidades, no se necesita un acuerdo ni una constituyente”.
Y afirmó que el gobierno del presidente Gustavo Petro, sin una constituyente, está negociando con el ELN, las disidencias de las Farc y la Nueva Marquetalia.
“¿Por qué me parece altamente inconveniente sustituir la Constitución del 91 aún por un vía legal? Porque el país lo que quiere es que le permitan a sus ciudadanos producir, trabajar, estudiar, no más incertidumbres constitucionales porque hoy Colombia está muy polarizada”.
Siguió preguntando: “¿Por qué vamos a seguir deteniendo la nación con nuevas constituciones cuando la que tenemos es buena y permite todas estas soluciones? ¿Acaso esta Constitución impide resolver el tema de la tierra? El Gobierno puede comprar toda la tierra que quiera. Inclusive, a la luz de esta carta magna está la Ley 160 de 1994″, manifestó.