Germán Vargas Lleras hizo esta semana una de las entrevistas más sentidas de su vida. Lo hizo con un grupo de niños que asistieron a la Fundación Carlos Lleras Restrepo, y que le hicieron preguntas, como él mismo dijo, “sin filtro”.
En la primera pregunta, Mariana, una niña de 13 años, le dijo: “Si usted fuera presidente, ¿cómo haría para implementar el bilingüismo en los colegios?”. Vargas Lleras le habló de los resultados de las pruebas Pisa y le manifestó que lamentablemente la educación pública no es de la calidad que los niños se merecen. Les habla de los profesores y de la necesidad de que sus ascensos sean por méritos.
“Comprenderás que si tenemos una mala educación, en matemática, por supuesto el aprendizaje de un segundo idioma es casi imposible. Pero en el mundo actual el bilingüismo es fundamental”, concluyó.
“¿Cómo has llegado hasta acá?”, le preguntó otro niño llamado Guillermo. El líder político le contó que estudió en el colegio y luego Derecho en la Universidad del Rosario. Le contó que comenzó siendo concejal y de ahí había hecho una carrera en muchos cargos de elección popular. Génesis, otra de las niñas participantes, le preguntó cómo había hecho para pasar la universidad.
El exvicepresidente se confesó y dijo que había sido muy vago en el colegio y había perdido varias materias. Pero que, cuando llegó al Rosario, se había aplicado a estudiar y al final le había ido muy bien.
Otro niño le preguntó por qué no tenía tres dedos. “Yo estoy vivo de milagro”, les contó el exvicepresidente y narró la historia de cómo llegó un paquete bomba. Sobre sus lesiones más recientes narró que en una caída en bicicleta se rompió el fémur en cinco pedazos.
También dio detalles de su infancia y de la época decembrina que se vive por estos días. “La Navidad me da nostalgia y tristeza. Cuando yo era niño vivían mis abuelos y armábamos el pesebre. Esas tradiciones se van perdiendo... pero para mí la Navidad evoca todos esos recuerdos, de familia, hermanos, abuelos”, narró. Contó, además, que entre todos armaban el pesebre y el 24 hacían una comida rica para compartir.
La calidad del video y el talante de las preguntas hicieron emocionar a un sector del país, que esperan que el exvicepresidente vuelva a lanzarse al ruedo y que vieron en esa pieza un mensaje de que ese camino no está descartado.
Vargas, desde hace meses, ha comenzado a publicar contenidos en redes sociales que han mostrado una faceta diferente de su vida. Compartió con mucha emoción, por ejemplo, el matrimonio de su hija Clemencia.