El presidente Gustavo Petro mueve sus hilos de poder en la Comisión de Acusación de la Cámara, donde lo investigan por su fuero. Este jueves, en una sesión a puerta cerrada, los congresistas le archivaron cinco investigaciones. Todas son antiguas y ninguna obedece a hechos ocurridos durante su Gobierno.
Lo curioso es que de las cinco investigaciones, cuatro estuvieron a cargo de tres congresistas cercanos a la Casa de Nariño, que también investigan a Petro por el presunto ingreso irregular de dineros a su campaña. Se trata de Alirio Uribe y Gloria Arizabaleta, del Pacto Histórico, y de Wilmer Carrillo, del Partido de la U, señalado de vínculos burocráticos en la Fiduprevisora.
Uno de los procesos cerrados fue el 5993 porque, supuestamente, según el quejoso, Petro pretendía imponer el castrochavismo desde el Congreso.
Otro fue el expediente 6005, que apuntaba a que el hoy presidente, cuando era senador, suscitó reacciones violentas verbales y escritas en el marco del estallido social en contra del Gobierno Duque. La entonces alcaldesa de Bogotá, Claudia López, fue una de las políticas que más señaló al jefe de Estado por supuestamente incitar a la violencia.
Uribe, Carrillo y Arizabaleta lograron que la Comisión archivara el expediente 5909, donde se señalaba a Petro por una publicación en Facebook, en 2020, en la que decía que la muerte de Javier Ordóñez –el hombre que falleció en Bogotá cuando la policía lo aprehendió– no podía quedar impune e invitaba a la rebelión. Y también se cerró el caso 5909, que hablaba de supuestos señalamientos del mandatario en contra de las personas que promovían la revocatoria del entonces alcalde de Medellín, Daniel Quintero.
Katherine Miranda, representante a la Cámara por la Alianza Verde, investigaba a Petro porque cuando era senador, al parecer, promovió la violencia política contra mandatarios locales en Santander. Ese proceso también fue archivado por las mayorías.
Lo paradójico es que mientras a Petro le están archivando investigaciones antiguas en la Comisión de Acusación, hay procesos que permanecen en los anaqueles, entre ellos el del exfiscal Luis Camilo Osorio.
Luego de la decisión de Alirio Uribe, Gloria Arizabaleta y Wilmer Carrillo de cerrar cuatro de los cinco procesos contra Petro en una sola sesión, ¿qué podrían esperar los colombianos de la investigación por la financiación irregular de la campaña presidencial?
De igual manera, la Comisión de Acusación decidió, por mayoría, que Wadith Manzur, presidente de ese organismo y representante a la Cámara por el Partido Conservador, no tiene impedimentos para investigar a Petro. Eso le permitirá seguir adelante con 20 procesos en contra del mandatario. Esto pese a que Manzur fue señalado por Olmedo López, exdirector de la UNGRD, de haberse vendido a Petro y de recibir beneficios en contratación en esa entidad.
La recusación se cayó porque quienes las presentaron no formaban parte del proceso, por lo tanto, se declaró improcedente. Según los congresistas que votaron en favor de Manzur, la recusación “no aportó ningún elemento que a juicio de este despacho amerite un pronunciamiento de fondo atendiendo a que una somera declaración en medios de comunicación, la cual carece totalmente de circunstancias de tiempo, modo y lugar sobre el supuesto interés que podría tener el suscrito representante investigador, no es suficiente para sustentar la configuración de este dentro de la actuación que mine los principios de imparcialidad y transparencia”.
Durante años es claro que la Comisión de Acusación ha sido sinónimo de impunidad. ¿Hoy qué garantías de imparcialidad pueden tener los procesos contra Petro en manos de Manzur, dados los señalamientos en su contra, o, por el contrario, en las de los congresistas aliados del presidente?
Los congresistas del Centro Democrático Óscar Villamizar y Hernán Cadavid no asistieron a la sesión del jueves, indignados por la permisividad de una Comisión que no investiga ni acusa.