La primera dama, Verónica Alcocer, desempeña hoy un papel internacional sin precedentes en la historia de las esposas de los presidentes de Colombia. Hasta ahora, sus antecesoras se habían caracterizado por un rol más discreto, casi siempre bajo el paraguas del mandatario, y con una agenda social interna dedicada a la niñez y a la población más vulnerable. Sin embargo, la esposa de Gustavo Petro no solo tiene un protagonismo de primera línea, sino un despliegue que trasciende más allá de las fronteras del país.

Alcocer representó a Colombia en el funeral de la reina Isabel II en Inglaterra, en la ceremonia fúnebre organizada en memoria del ex primer ministro japonés Shinzo Abe, en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, y, recientemente, en un hecho atípico, tuvo una audiencia privada de 30 minutos con el papa Francisco, en el Vaticano. Es la segunda vez que ella se reúne con el máximo jerarca de la Iglesia católica en menos de un año y la primera ocasión en que la esposa de un mandatario visita sola al santo padre.

SEMANA conoció que, en octubre de 2022, el despacho de Alcocer redactó un oficio dirigido al Vaticano en el que expresó el interés de la primera dama para entrevistarse en privado con su santidad con el fin de contarle el trabajo que adelanta frente a la violencia contra la mujer, los niños y la búsqueda de la paz en los hogares, las escuelas, el espacio público, el trabajo y las redes sociales. La virulenta confrontación en internet –según los asesores de la primera dama– es una de sus preocupaciones.

La misiva se envió directamente al Vaticano con conocimiento del canciller, Álvaro Leyva. También tuvo la aprobación del presidente Petro, quien no se opuso al encuentro. La ONG Cáritas, de Noruega, con sede en Colombia y una de las más cercanas al papa Francisco, también fue notificada.

El papa Francisco y la primera dama colombiana Verónica Alcocer. | Foto: Vatican media

Alcocer se reunió en Bogotá con el nuncio apostólico en Colombia, Luis Mariano Montemayor, quien no descartó el encuentro papal, pero anticipó que no sería pronto por la agenda del jerarca. Sin embargo, ocurrió lo contrario. El 10 de diciembre, una carta que provino directamente desde el Vaticano confirmó la noticia: el papa Francisco aceptó el encuentro con Alcocer. Fecha y hora: sábado 14 de enero de 2023, a las 10:30 de la mañana (hora de Italia).

En diciembre, Alcocer lideró una entrega de regalos de amigo secreto en Navidad con sus más cercanos colaboradores. Eva Ferrer, alta consejera para la reconciliación nacional y una de las personas más cercanas a la esposa del presidente, guardó la carta en una caja sorpresa y se la entregó a la primera dama. Cuando ella la abrió, gritó de júbilo.

Alcocer quería encontrarse nuevamente con el sumo pontífice. Lo hizo por primera vez en febrero de 2022, en medio de la campaña presidencial y junto con Petro. Ese día, ella se conmovió, quiso llorar y poco le salían las palabras. Por eso, quiso intentar de nuevo un encuentro en el que pudiera contarle sus proyectos en detalle al papa Francisco.

Los preparativos se pusieron en marcha. Ella, por ejemplo, quiso lucir un vestido negro del diseñador colombiano Andrés Otálora, la misma pieza que portó en su primera visita al papa y que no quedó retratada, pues se trató de una audiencia privada en la que las fotografías estaban prohibidas. También lo llevó en el funeral del primer ministro asesinado Shinzo Abe. Repetir modelo es una costumbre de la reina Sofía y la princesa de Gales, Kate Middleton.

El papa Francisco se reunió con la primera dama Verónica Alcocer, en Ciudad del Vaticano. | Foto: Vatican media

Una de las primeras inquietudes fue el regalo que llevaría: un diseño de la medalla de la Virgen Milagrosa trabajada por Eligio Rojas Quintana, orfebre de Mompox, además de una fotografía del papa argentino en su visita a Colombia en 2017 venerando a la Virgen de Chiquinquirá y tomada por el fotógrafo Mauricio Vélez. “¡Cómo pasa el tiempo!”, expresó Francisco cuando observó la imagen.

Vélez hoy es el director audiovisual de la Casa de Nariño y formó parte de la comitiva. Él retrató a Alcocer durante la campaña presidencial, cuando la cordobesa tuvo su agenda propia, buscó votos y manejó las redes sociales de forma independiente a las de su esposo. También asistió la alta consejera Eva Ferrer; Manuel Grau, representante de Procolombia; y el encargado de negocios ante la Santa Sede, Carlos Fernando Molina.

La llegada fue a pie, por salones solitarios donde reina el silencio, la historia, la mística y la opulencia del lugar. En el despacho privado, cuyos alrededores permanecían escasos de gente, estaba Francisco, quien la recibió de pie y le extendió su brazo. La delegación que la acompañaba quedó afuera.

Alcocer habló de sus proyectos sociales, de la paz total, del mensaje que le envió el presidente Petro al santo padre y pidió un consejo. Francisco, mirándola a los ojos, le recomendó que no dejara de tocar a la gente, acercarse, que no perdiera su contacto con la calle.

La primer dama, Verónica Alcocer junto al presidente Gustavo Petro. | Foto: Presidencia

Al finalizar, él conoció los regalos desde Colombia y entregó los suyos. Le obsequió a Alcocer una imagen de san Pedro en la plaza del Vaticano, además de una encíclica. Los demás recibieron un rosario. En la charla final habló de fútbol y les recordó que Argentina, su equipo, había ganado el Mundial de Catar. La primera dama habló de la necesidad de una nueva visita papal que impulse la paz total que promueve el Gobierno. Él respondió que lo intentaría. “Por favor, oren por mí”, pidió.

¿Por qué recibió el papa nuevamente a Alcocer? La respuesta solo la sabe el santo padre. No obstante, el círculo más cercano a la primera dama estima que Francisco tiene sus ojos puestos en América Latina y en la paz de Colombia. Además, en el pasado encuentro con la gestora social, el religioso encontró en ella la figura de una mujer joven, líder y creyente en Dios.

La exposición internacional de Alcocer ha llamado la atención. Por momentos, la primera dama ha tenido más protagonismo en esta materia que la propia vicepresidenta Francia Márquez. En Presidencia descartan diferencias entre ambas e informan que la estrategia apunta a que entre Petro, Alcocer y Márquez abarquen el mayor número de escenarios posibles en representación del Gobierno.

Sobre sus viajes y viáticos por los desplazamientos, el Decreto 0035 del 12 de enero de 2023, por ejemplo, “considera viable que el presidente designe como embajador de misión especial a un particular de su confianza para que preste servicios especializados a las misiones en el exterior (...)”.

Se rumora que la primera dama buscaría una candidatura presidencial para el año 2026. | Foto: felpe castano Presidencia

La primera dama es una mujer activa. Contrario a lo que ocurrió en la Alcaldía de Bogotá, en la que jugó un papel más discreto, ahora quiere mostrar su trabajo social. Para algunos, Alcocer tiene entre sus proyectos una candidatura presidencial en 2026.

En Japón, Kishida Yuko, la esposa del primer ministro de ese país, le dijo a Alcocer que sabía que bailaba y que había montado un perfil propio en las redes sociales. La colombiana le respondió que toda su vida había estado al lado de sus hijos, ayudando a su esposo, pero los hijos crecieron y llegó el momento de hacer algo por el país. Yuko anunció que quería hacer lo mismo.

Algunos creen que Alcocer se perfila como una figura política, pero del tema no habla. Ni siquiera entre su círculo más cercano de amigos. Entre tanto, Nicolás y Andrea Petro, hijos de Gustavo Petro, no ven problema en que ella perfile su liderazgo político.

Lo cierto es que la primera dama se muestra y promociona al país porque el presidente lo permite. “A Petro le gusta que la gente haga. Como padre, como esposo y como jefe, él da libertad. Y si hay algo que no le gusta, lo dice, pero tiene claro que el camino se hace andando y no pidiendo permiso”, concluyó una fuente cercana a la primera dama.