En medio de las barridas de personal en el Ministerio de Salud, la exministra Carolina Corcho nombró a Benjamín Moreno, médico de la Universidad del Cauca, como jefe de la Oficina de Gestión Territorial, Emergencias y Desastres. Moreno llegó al cargo en septiembre de 2022. Después de casi un año como jefe de la oficina, trascienden denuncias por violencia verbal y psicológica, basada en género, que preocupan a los altos cargos de la cartera.
SEMANA conoció un derecho de petición del 2 de septiembre de este año, dirigido al ministro Guillermo Alfonso Jaramillo, al secretario general Gonzalo Parra y a la jefa de la oficina de Control Interno Disciplinario, Juliana Rodríguez. En el documento, una contratista denuncia a Moreno a nombre de sus compañeros de trabajo en la Oficina de Gestión Territorial, Emergencias y Desastres por “acoso laboral y violencia basada en género”.
En primer lugar, informa que es testigo “de vista y oídas” del maltrato que el jefe de la oficina ha ejercido en contra de una funcionaria: “Con quien utiliza a diario un lenguaje soez, gritos y todo el tiempo denigra de cualquier clase de trabajo que le presenta la funcionaria, gritándole de manera desbordada”.
Según la contratista, todo el tiempo él dice que no le entiende y que si acaso cree “que él es un hijueputa marihuanero drogadicto” cuando habla, dado que no logra comprender lo que la trabajadora le explica. Además, denuncia que la obliga a trabajar en días de descanso: “Le escribe correos en donde le indica que debe entregar productos de manera inmediata. Espera le sean entregados los fines de semana, desconociendo de esta manera el derecho a la desconexión laboral”.
Esta situación, según la denunciante, ocurre con otros trabajadores del área, a quienes les dice que “nadie sabe hacer nada” y que “todo lo hacen mal”.
“No analiza cada entrega de trabajo desde los principios mínimos del respeto, pues su manera de indicar que no se encuentra de acuerdo con algún producto es empezar a gritar”, se lee en la carta dirigida al ministro Jaramillo.
Además, según afirma la contratista, Moreno les pregunta si lo creen “marica o marihuanero”, y si le quieren “meter el dedo en el orto”. Por otro lado, la mujer asegura que el funcionario da lineamientos para una tarea que luego desconoce, por lo que los resultados siempre serán insatisfactorios. La contratista también reportó que el 30 de agosto fue agredida porque Moreno se encontraba en desacuerdo con que supervisara un contrato de prestación de servicios.
“Me empezó a gritar de manera desbordada diciéndome que si era que lo creía ‘marihuanero o drogadicto’, o que si acaso yo no tenía la capacidad de entender lo que él me decía”, indicó la denunciante.
En el documento contó que el primero de septiembre, Moreno convocó a una reunión para tratar temas de adquisiciones. Según la contratista, el jefe comenzó a gritar porque no se había cumplido con la entrega de un trabajo.
“Le indiqué que no era cierto, pues lo que pidió se realizó y se entregó. De manera desbordada e irrespetuosa me empezó a gritar, a decirme que yo no tenía el derecho de habla”, narró la mujer.
Ella quedó afectada por el episodio: “Su ejercicio arbitrario de poder lo realizó a través de violencia psicológica y emocional. Dichas situaciones me tienen demasiado afligida”. La denunciante detalla que la mayoría de las personas en la oficina se encuentran “desmotivadas y angustiadas por el maltrato laboral y la violencia de género” ejercida por el jefe de la oficina. También asegura que el trato “no es digno de un Gobierno del cambio”. Finalmente, la denunciante pide que se le informen las acciones que adelantarán para parar el acoso.
SEMANA reserva las identidades de quienes denuncian los maltratos por la zozobra que siente la planta de personal del Ministerio, que constantemente teme por la permanencia en su cargo y ha sido amenazada por supuestamente ser “aliada de la oposición”, tal como denunció el sindicato Sindimisalud en un comunicado. Este medio conoció que Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de Salud, ordenó que el caso siguiera el conducto regular, mediante la Oficina de Control Interno Disciplinario.