Mientras miles de colombianos se han tenido que apretar el cinturón en sus finanzas por cuenta de la contracción económica y el impacto de la alta inflación del año pasado, el Gobierno nacional acaba de realizar una contratación que ha sido calificada por sectores de oposición como un derroche de dinero.
Se trata de un contrato firmado por el Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) con el reconocido coreógrafo Nerú Martínez. Para cumplir con este, Martínez tendrá que “realizar actividades de salud mental y física que contribuyan al mejoramiento del clima laboral en el Dapre”.
Un hecho que llama la atención es que el contrato fue firmado por 29.240.000 pesos, durante un periodo de cuatro meses, lo que indica que el coreógrafo ganará alrededor de 7.300.000 pesos mensuales. Es decir, va a ganar mejor que muchos profesionales. Esta es la segunda vez que es vinculado por el Gobierno Petro para una labor similar y por un monto muy parecido.
Si bien Martínez tiene derecho al trabajo, como cualquier otro colombiano, lo que llama la atención dentro del contrato es que, según pudo evidenciar SEMANA, el coreógrafo y artista no acreditó ninguna carrera profesional al firmar su vinculación contractual con el Estado.
Dentro de los documentos previos del contrato 088 de 2023 queda en evidencia que Nerú Martínez es bachiller académico egresado del Centro de Educación Laboral El Conocimiento Eficaz y cuenta con un técnico profesional en Fisioterapia.
Como formación complementaria, se especifica que el reconocido coreógrafo adelantó pequeños cursos y talleres como instructor del Programa Rumbafit, Powerrumba y Pilates, entre otros. Fueron cursos de uno y máximo tres días.
De acuerdo con el decreto 473 de 2022, por el medio del cual el Departamento Administrativo de la Función Pública definió la remuneración de los empleos que sean desempeñados por empleados públicos de la Rama Ejecutiva, para que un profesional devengue siete millones de pesos mensuales o más debe ser de mínimo un grado salarial 21, para el cual generalmente se exige estudios profesionales e incluso especialización.
Vale recodar que el grado salarial va desde el uno hasta el 28, y es el número de orden que indica la asignación básica mensual para cada denominación de empleo dentro de una escala progresiva de salarios, según la complejidad y responsabilidad inherente al ejercicio de sus funciones.
Esto quiere decir que, con su contrato de prestación de servicios, Nerú Martínez va a recibir una asignación mensual superior a la de muchos profesionales que seguramente sí acreditaron un título universitario y que hoy en día trabajan para varias entidades del Estado.
En cuanto a la experiencia laboral, resulta llamativo que la mayoría de soportes de trabajos realizados por Nerú Martínez con el Estado han sido de la mano del presidente Gustavo Petro.
Por ejemplo, señala que estuvo vinculado al Instituto Distrital de Recreación y Deporte de la Alcaldía de Bogotá entre julio y diciembre de 2013, es decir, mientras Petro era alcalde de la capital.
También reseña que tuvo contrato con la Secretaría de Integración Social de Bogotá desde octubre de 2014 a febrero de 2015, es decir, mientras Petro seguía al mando de la capital.
Finalmente, la documentación indica como experiencia el contrato que le otorgó el Gobierno Petro entre septiembre y diciembre del año pasado.
El año pasado, cuando Nerú tuvo un contrato similar a este con la Presidencia, el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Mauricio Lizacano, señaló: “se contrató a Nerú para dirigir el gimnasio y las actividades de bienestar del Dapre. Tiene toda la experiencia y la confianza para desarrollar el objeto del contrato”.