En medio de la tormenta política que ha generado la llegada de Armando Benedetti a la Casa de Nariño como asesor del presidente Gustavo Petro en temas legislativos, la esposa del exembajador, Adelina Guerrero, se refirió al supuesto caso de violencia en su contra que habría perpetrado Benedetti en España hace unos meses. Dijo que no es cierto lo que se ha dicho.
“La historia que llevan meses difundiendo con claros intereses políticos no corresponde a la realidad. Yo no fui amenazada con un arma blanca, ni me golpearon. La carroñería mediática no ha hecho sino violentar mi intimidad y el bienestar emocional de mi familia”, aseguró Guerrero.
En entrevista con Yesid Lancheros, director general de SEMANA, Benedetti ya se había referido a este caso. “A ver, no pasó absolutamente nada de lo que han dicho. Fue un problema familiar que extrapolaron. Quisiera que alguien me mostrara la denuncia o una prueba de lo que sucedió. He guardado silencio y he ganado todas las demandas de calumnia e injuria, pero con la prensa no hago eso. Guardo silencio por respeto a mi familia, a mis hijos, armaron un novelón en el cual me acabaron completamente”, aseguró Benedetti.
Cuando se le preguntó por el detalle del cuchillo, Benedetti dijo que un juez afirmó que no se había presentado violencia de género. “Vamos por partes. Un juez ya dijo que no había habido ni violencia de género, ni física, ni psicológica, ni coacción”, afirmó el asesor de la Presidencia. “Ya un juez falló, hizo un auto en Madrid”, agregó.
Según Benedetti, no puede dar más detalles de la investigación porque podría meterse en problemas. “Dicho eso, hay otros hechos que tienen que ver con la destrucción de objetos. Esos hechos están ahora mismo en un proceso en Madrid y no me puedo pronunciar”, aseguró. Y negó estar bajo efecto de las drogas en ese momento.
En medio de la entrevista con SEMANA, apareció Guerrero junto a Benedetti, lo que demostró que efectivamente habían vuelto luego de ese episodio en España. “Sí, eso se habló, pero estamos juntos aquí como lo ven”, aseguró Guerrero en medio de la entrevista. Cuando se le preguntó si había ocurrido el episodio, Benedetti dijo: “retírate o sino caes en la trampa”.
Lo que se conoció en ese momento es que el 30 de junio supuestamente las autoridades españolas habrían atendido una denuncia de un supuesto caso de maltrato intrafamiliar en el que estaban involucrados Benedetti y su esposa, mientras se encontraban en ese país. Sin embargo, alegando la inmunidad diplomática, el exembajador ante la FAO no fue capturado. De todas maneras, se conoció que Guerrero interpuso la denuncia.
En esos momentos, Guerrero no se pronunció sobre lo ocurrido, pero para esos días publicó una imagen en la que se pregunta qué es un sociópata. “Un sociópata se define como una persona que presenta un trastorno de personalidad antisocial, caracterizado por patrones persistentes de comportamiento manipulador, falta de empatía y desprecio hacia las normas sociales y legales”, decía.
“Esas personas suelen mostrar una incapacidad para sentir remordimientos por sus acciones, incluso cuando dichas acciones causan daño a sí mismos o a otros. Los sociópatas pueden exhibir una habilidad extraordinaria para ocultar sus verdaderas intenciones, manipular a los demás con fines personales y violar consistentemente las normas sociales sin experimentar culpabilidad”, agregaba el mensaje.
En su momento, Benedetti guardó prudencia y dijo que respondería ante las autoridades españolas. “Lo que se ha dicho sobre una supuesta agresión no es cierto y no se ajusta al hecho en España. La verdad se demostrará en el tribunal español. En este momento me encuentro en medio de un proceso de divorcio que responde a la esfera privada y familiar y, por el bien de mis hijos, seré prudente”, aseguró. Sin embargo, hoy Benedetti y Guerrero están juntos de nuevo.