El presidente Gustavo Petro volvió a arremeter contra el Congreso, que esta semana –contra viento y marea– le ahogó su controvertida ley de financiamiento o nueva reforma tributaria con la que pretendía financiar gran parte del Presupuesto en 2025.
Como era de esperarse, porque casi siempre ocurre con el jefe de Estado cada vez que el Legislativo le lleva la contraria, arremetió contra senadores y representantes. Y, de hecho, los llamó “malditos”.
Desde Barranquilla, donde Petro atacó a los políticos colombianos en una especie de ajuste de cuentas porque le negaron su proyecto, el jefe de Estado aprovechó para sacarse otro clavo y lanzar pullas al Congreso, que la semana anterior aprobó una proposición que pretende que él no asista a la posesión del líder del régimen Nicolás Maduro en Venezuela que se realizará el 10 de enero de 2025.
El líder colombiano está invitado, pese a que su canciller, Luis Gilberto Murillo, insiste en que se reconocerá la elección del 28 de junio, tan pronto el país vecino le muestre al mundo las actas del Consejo Nacional Electoral que validen el triunfo de Maduro.
“Ahora me dicen que no vaya a Venezuela, yo veré si voy o no voy a la posesión”, dijo Petro en un tono desafiante.
Hasta el momento el presidente ha sido prudente. No ha reconocido las elecciones en favor de Nicolás Maduro, pese a su cercanía, por el manto de dudas que existen alrededor de los comicios. Y tampoco ha exaltado el éxito en las urnas de María Corina Machado y Edmundo González. El último está radicado en España, pero llegará a Caracas a posesionarse los primeros días de enero.
En cambio, el canciller Murillo sí ha sido más directo y ha insistido en que si el régimen de Nicolás Maduro no prueba con actas que ganó las elecciones presidenciales, tal como proclamó el Consejo Nacional Electoral (CNE), Colombia no reconocerá el resultado.
A finales de octubre de 2024, tras un cruce de mensajes con el académico Moisés Wasserman, el hoy jefe de la diplomacia en Colombia dijo: “Profesor Wasserman, la postura del Gobierno nacional sigue siendo clara: la presentación de las actas debe realizarse antes de que culmine el actual período presidencial, el 10 de enero de 2025. De lo contrario, como ya lo ha expresado el señor presidente, Colombia no otorgará reconocimiento a los resultados”, escribió en redes sociales el ministro de Relaciones Exteriores de Gustavo Petro.
¿Cambió de posición el presidente Gustavo Petro? ¿Asistirá a la posesión de Nicolás Maduro? ¿O no asistirá ni a la de Maduro ni a la de Edmundo González? Las respuestas solo se conocerán la primera semana de enero del próximo año y, sin duda, los ojos del mundo están a la expectativa de la posición que adopte el jefe de Estado de Colombia.
Y es que Petro no quiere pelear con Maduro. Al fin y al cabo, reconoce en el líder del régimen del vecindario a uno de los pocos políticos en el mundo capaces de sentar en la mesa al ELN, la guerrilla colombiana con la que hoy está negociando la paz el Gobierno de Colombia.
La senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, consideró que “si el presidente quiere ir a apoyar al dictador Nicolás Maduro debe hacerlo; es mejor saber de qué lado está”.