Este proceso se da gracias al efecto del calor y se usa, generalmente, para cocinar alimentos o purificar el agua. Observa como, algunos minutos después de poner una olla con agua en la estufa, empiezan a aparecer burbujas pequeñas. Este burbujeo tiene una explicación que muchas veces desconocemos: cuando el agua entra en contacto con el calor, su temperatura aumenta y comienza a crear remolinos ascendentes y burbujas pequeñas. Tiempo después, la presión del calor comienza a evaporar el líquido y en la superficie aparecen burbujas más grandes, avisando que el agua ya ha hervido.