Con muchísima frecuencia nos cuesta encontrar el momento y la forma para decirle a un jefe, al compañero sentimental al amigo o a un subordinado lo que pensamos o lo que esperamos de ellos.Lo anterior obedece a la falta de asertividad, una fuente principal de frustración en las comunicaciones humanas. Cuando nos enfrentamos a situaciones en las que es imprescindible manifestar nuestra posición, recurrimos a formas de expresión excesivamente agresivas o sumisas que acaban por afectar nuestra autoestima. Como estrategia y estilo de comunicación, la asertividad se diferencia y se sitúa en un punto intermedio entre las dos conductas polares: la agresividad y la sumisa (o no-asertividad). Suele definirse como un comportamiento comunicacional maduro en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que expresa sus convicciones y defiende sus derechos.Le tenemos: 5 reglas de oro de la comunicación que no se deben olvidar, por más tecnología que hayaEs una forma de expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir o perjudicar, actuando desde un estado interior de auto confianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la ira.La asertividad permite decir lo que uno piensa y actuar en consecuencia, haciendo lo que se considera más apropiado para uno mismo, defendiendo los propios derechos, intereses o necesidades sin agredir u ofender a nadie, ni permitir ser agredido u ofendido y evitando situaciones que causen ansiedad.Es una actitud intermedia entre una actitud pasiva o inhibida y otra actitud agresiva frente a otras personas, que además de reflejarse en el lenguaje hablado se manifiesta en el lenguaje no verbal, como en la postura corporal, en los ademanes o gestos del cuerpo, en la expresión facial, y en la voz.Una persona asertiva suele ser tolerante, acepta los errores, propone soluciones factibles sin ira, se encuentra segura de sí misma y frena pacíficamente a las personas que les atacan verbalmente. La asertividad impide que seamos manipulados por los demás en cualquier aspecto y es un factor decisivo en la conservación y el aumento de nuestra autoestima, además de valorar y respetar a los demás recíprocamente.Esta conducta asertiva nos permite insistir en nuestros deseos sin caer en trampas verbales o artimañas manipuladoras del interlocutor y sin dejarnos desviar del tema que nos importa, hasta lograr nuestro objetivo.Le tenemos: Cinco personalidades que encaminan al éxitoLa frase “Promueve lo que te encanta, en vez de atacar lo que no te gusta. Sé asertivo”, resume lo que realmente se acerca a la asertividad. Además esta será una de las 10 habilidades que más peso tendrá en unos dos años para conseguir un nuevo empleo o escalar dentro de una compañía.Siempre nos hemos enfocado en desarrollar habilidades técnicas y le hemos dados más importancia a títulos profesionales a la hora de contratar a alguien que analizar si una persona realmente tiene inteligencia emocional o se ha interesado en desarrollar nuevas habilidades blandas.Cómo mentor en formación recomiendo que nos esforcemos en estudiar y desarrollar esta habilidad que ayuda no solo a reforzar el autoestima sino además ayuda a solucionar matrimonios, amistades, negocios y relaciones familiares. La asertividad parte de la idea de que todo ser humano tiene ciertos derechos aquí mencionamos algunos, una recopilación de información de algunos autores y textos:1. Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.2. En ocasiones, derecho a ser el primero.3. Derecho a equivocarse y a hacerse responsable de sus propios errores.4. Derecho a tener sus propios valores, opiniones y creencias.5. Derecho a tener sus propias necesidades y que éstas sean tan importantes como las de los demás.6. Derecho a experimentar y a expresar los propios sentimientos y emociones, haciéndose responsable de ellos.7. Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.8. Derecho a protestar cuando se es tratado de una manera injusta.9. Derecho a cambiar lo que no nos es satisfactorio.10. Derecho a detenerse y pensar antes de actuar.11. Derecho a pedir lo que se quiere.12. Derecho a ser independiente.13. Derecho a superarse, aun superando a los demás. (Castanyer: 1996:48)
15. Derecho a decidir qué hacer con el propio cuerpo, tiempo y propiedades.16. Derecho a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer.17. Derecho a ignorar los consejos de los demás.18. Derecho a rechazar peticiones sin sentirse culpable o egoísta.19. Derecho a estar solo aun cuando otras personas deseen nuestra compañía.20. Derecho a no justificarse ante los demás.21. Derecho a decidir si uno quiere o no responsabilizarse de los problemas de otros.22. Derecho a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás.23. Derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.24. Derecho a elegir entre responder o no hacerlo.
*Mentor en Mentoring ServicesFP recomienda: ¿Por qué no hay que preguntarles a las personas a qué se dedican?