Hasta este miércoles era muy difícil imaginar un acercamiento entre el Gobierno y el Centro Democrático, la mayor fuerza de oposición política del país. Sin embargo, en la mañana se encontraron cara a cara el superministro de la Presidencia, Néstor Humberto Martínez y Álvaro Uribe Vélez, jefe natural de esta colectividad. La reunión, a puerta cerrada, duró un par de horas y concluyó con una frase que dará de qué hablar “Uribe es un patriota”, dijo Martínez. Luego Uribe correspondió al ministro con otra frase, “agradezco el interés de hablar con nosotros”. La del ministro no es una frase cualquiera si se tiene en cuenta las diferencias entre el Gobierno y el expresidente en distintos temas que van desde el proceso de paz en La Habana hasta la eventual suspensión del uso del glifosato, pasando por el manejo de las Fuerza Militares. El ministro dijo que había tomado la iniciativa de hacerle una visita al expresidente “y sólo quiero decir que es mucho lo que hay por hacer por Colombia (…) pasamos por todos los temas de interés nacional”. La pregunta fue recurrente para el ministro: “¿Hay temas en común?” a lo que el Martínez respondió: “El presidente Uribe es un patriota, nosotros trabajamos por Colombia, luego no debe haber sino una agenda amplia de comunidad de intereses por el país”. En una posterior comparecencia ante la prensa, Uribe no sólo dejó ver su alegría por la reunión, también manifestó que había mostrado sus preocupaciones en cuanto al proceso de paz con las FARC en La Habana, así como con el eventual mecanismo de refrendación del acuerdo final con esa guerrilla. La agenda de temas fue larga pero hubo un tema clave, el cese el fuego que ha propuesto el uribismo. De ese tema dijo: “Es preferible, a partir de que se le dé un alivio al país… revisar lo acordado y examinar las diferencia en la mesa de La Habana. Antes de firmar algo dañino para la empresa privada, las libertades y la democracia colombiana”. Además Uribe puso sobre la mesa un tema recurrente, la necesidad de que haya cárcel para responsables de los delitos atroces. “Yo les cuento todos estos puntos… eche una pensadita”, le dijo Uribe al ministro Martínez, y con ello se selló el encuentro. En la reunión, que tardó una hora y media, el expresidente le expresó otras viejas preocupaciones. Entre ellas, que no se derogue la reelección presidencial que fue abolida en la reforma al equilibrio de poderes esta semana. La reunión La reunión no estaba planeada. El ministro Néstor Humberto Martínez llegó hacia las 9:30 de la mañana a la oficina de Uribe en el Senado. El senador no se encontraba y el ministro tuvo que volver 45 minutos después. Tras el encuentro, los dos se encerraron a puerta cerrada para discutir los temas. Al final Uribe le ofreció hormigas culonas que la habían traído de Santander. Luego de la reunión el exmandatario salió para lavarse las manos y les pidió a los periodistas que lo esperaran, “yo no me les vuelo”, dijo. El ministro fue el primero en salir y entregó una declaración corta. Uribe, por el contrario, habló de todo y tuvo tiempo para bromear sobre su relación con el senador Roy Barreras.