El gobierno ecuatoriano protestó el 31 de mayo ante el francés por la detonación de una bomba nuclear de 70 kilotones en el atolón de Mururoa, en el Océano Pacífico. "Todos los Estados dueños de armas nucleares deben tomar conciencia y tenerpresentes las numerosas resoluciones de la ONU en torno a las consecuencias que pueden tener para la vida y el ecosistema planetario las precipitaciones radioactivas ", dijo Quito.