SEMANA: ¿En qué momento se dieron cuenta de que esta transición era necesaria y cómo se prepararon para ella? DIEGO HERNÁNDEZ: En un país en vía de progreso como el nuestro, mantener una senda democrática depende en gran parte de la ciencia, la tecnología y la innovación, y por eso dar este salto es la pieza que le faltaba al ajedrez. Sin embargo, este proceso no es nuevo: empezó en 2009 como una idea que se llevó al Congreso, pero por cuestiones económicas no se le dio el aval y Colciencias obtuvo el estatus de departamento. Así, lo que nació como un fondo hace 50 años, es hoy un ministerio. SEMANA: ¿Qué cambia a nivel estructural en Colciencias con el nuevo ministerio? D.H.: En Colciencias todos los procesos y convocatorias son públicas y abiertas. La idea es que ahora se transformen y tengan mayor alcance. Si antes Colciencias estaba muy ligado a la academia y a la investigación, con el ministerio llega la oportunidad para trascender ese papel que venía desempeñando. En principio hay que dar algunos pasos hacia el sector productivo y, desde luego, hacia la apropiación social del conocimiento. Desde que se convirtió en departamento, la nueva estructura creó tres áreas: la de fomento a la investigación, la de desarrollo tecnológico e innovación y la de mentalidad y cultura. No es un cambio solamente de nombre, es una reingeniería del sistema. SEMANA: ¿En qué consistió ese proceso? D.H.: Reinventamos un sistema por medio de reuniones con todos los actores de ciencia y tecnología del país. Eso nos llevó a consolidar dos viceministerios: el primero es de Conocimiento, innovación y productividad, y cuenta con dos pilares: generación del conocimiento y transferencia y uso del conocimiento. El segundo viceministerio es el de Talento y Apropiación social del conocimiento, que cuenta con Capacidades y divulgación, y Vocaciones y formación como pilares. En su conjunto lograrán cerrar brechas en un país que en las regiones aún es débil en ciencia y tecnología. SEMANA: ¿Qué papel desempeñó la Misión de Sabios en la consolidación del nuevo ministerio? D.H.: Es una gran noticia que un ministerio nazca en el mismo momento en que una Misión de Sabios le entrega al país unas recomendaciones que serán la hoja de ruta de la entidad. Un grupo de académicos se reunió durante 300 días para delinear el camino que la nueva cartera deberá implementar. El rigor de la Misión es significativo porque va en sintonía con las metas del Plan Nacional de Desarrollo (PND). Allí se establece que es necesario alcanzar el 1,5 por ciento del PIB (16 billones de pesos) en actividades de ciencia y tecnología. SEMANA: La inversión de Colciencias venía de tres fuentes: capital privado, regalías y presupuesto de la Nación. ¿Eso se mantiene? D.H.: Sí porque es un ecosistema en el que la Nación aportará el próximo año 392.000 millones de pesos. Otros actores como las universidades, los demás ministerios y el sector privado continúan aportando. Los estímulos al capital privado generan confianza e impulsan la cultura de la inversión, por lo que nuestra labor es que la empresa se articule y se enamore aún más de la ciencia. Y están las regalías, que con el Plan Bienal garantizan 2,4 billones de pesos para el sector. SEMANA: ¿Cuál será el valor agregado del nuevo ministerio? D.H.: Nada menos que transformar nuestro país hacia una sociedad basada en el conocimiento. Que sea desde allí donde se genere bienestar y riqueza. Ejemplos como Japón o Corea del Sur dan cuenta de qué tan lejos puede llegar una sociedad basada en el conocimiento. Una sociedad donde los niños se enamoran de estudiar y ven que la ciencia, el arte y la cultura son posibles porque las oportunidades están dadas. SEMANA: Colciencias marcó una era para la ciencia en Colombia. ¿Cuál es el legado que deja? ¿Qué tanto se puede construir sobre lo que ya existe? D.H.: Deja un país con un buen sistema de investigación en las universidades, con más de 13.000 doctores que han conformado cerca de 5.200 grupos de investigación. Vamos llegando a la meta que hace 25 años la primera Misión de Sabios estableció: tener graduados 18 doctores por millón de habitantes. Hoy se gradúan 16,2, pero nos acercamos con los 352 programas de doctorado y los 6.200 estudiantes matriculados que hoy existen. Me quedo con lo que significa para mí Colciencias en tres palabras: transparencia, ética y prestigio.