El controvertido ministro designado de Interior y de Justicia, Fernando Londoño, tiene una costumbre de trabajo que ha llamado la atención. Cuando le piden una cita en lugar de fijársela al solicitante en horarios tradicionales, como las 8:00 o las 8:30, acostumbra citarlos a horas que hacen pensar que cada minuto cuenta. Por ejemplo: a las 8:05 y a las 8:25.