Una de las consecuencias de la pandemia ha sido la migración hacia el teletrabajo, que ha implicado nuevos retos y cambios que pueden llegar a ser agotadores y estresantes, e inclusive podrían llegar a causar el síndrome de Burnout. Este término lo acuñó por primera vez el psicólogo Herbert Freudenberger en la década de 1970 y describe una condición de estrés severo que conduce al agotamiento físico, mental y emocional. Peor que la fatiga común, el agotamiento hace que sea más difícil lidiar con el estrés y manejar las responsabilidades del día a día. Las personas que lo experimentan sienten que no les queda nada para dar y pueden temer levantarse de la cama cada mañana. Incluso pueden adoptar una perspectiva pesimista hacia la vida y sentirse desesperanzados. Este síndrome no desaparece por sí solo y, si no se trata, puede provocar enfermedades físicas y psicológicas graves como depresión, enfermedades cardíacas y diabetes.
El confinamiento debido al Covid-19 ha tenido un gran impacto en la salud mental y en el estrés laboral. De hecho, el informe más reciente de la Encuesta Nacional de Condiciones de Salud y Trabajo en el Sistema de Riesgos Laborales reveló que entre el 20 y 33 por ciento de los trabajadores en el país manifestaban tener altos niveles de estés. Así, es indispensable conocer cuáles son los síntomas y formas de prevención de este síndrome. Conózcalos aquí. ¿Quién puede padecer de este síndrome? Cualquiera que esté continuamente expuesto a altos niveles de estrés puede experimentarlo. Debido a la coyuntura, los profesionales del área de la salud, como los médicos y las enfermeras, son especialmente vulnerables a esta condición. Sin embargo, cualquiera puede estar expuesto debido a diferentes condiciones laborales y por no tener un balance correcto entre el ámbito personal y profesional. Junto con el agotamiento inducido por la carrera, las personas que cuidan niños también pueden padecerlo. Un estudio reciente encontró que, igual que los médicos y los ejecutivos de negocios, las madres y los padres también pueden experimentar el síndrome. Las características de personalidad como la necesidad de tener el control y el perfeccionismo también pueden aumentar su riesgo.
¿Cuáles son sus síntomas? ¿Le preocupa que pueda estar experimentando el síndrome de Burnout pero no está seguro de los signos? Algunos de los síntomas son: Agotamiento: sentirse agotado física y emocionalmente. Los síntomas físicos pueden incluir dolores de cabeza, dolores de estómago y cambios en el apetito o el sueño. Aislamiento: las personas con agotamiento tienden a sentirse abrumadas. Como resultado, pueden dejar de socializar y confiar en amigos, familiares y compañeros de trabajo. Escapar en fantasías: insatisfechos con sus trabajos, las personas con agotamiento pueden fantasear con huir o irse de vacaciones solos. En casos extremos, pueden recurrir a las drogas, el alcohol o la comida como una forma de adormecer su dolor emocional. Irritabilidad: el agotamiento puede hacer que las personas pierdan la calma con amigos, compañeros de trabajo y familiares más fácilmente. Hacer frente a los factores estresantes normales, como prepararse para una reunión de trabajo, llevar a los niños a la escuela y ocuparse de las tareas del hogar, también pueden comenzar a ser tareas más difíciles. Enfermedades frecuentes: el agotamiento, al igual que otros tipos de estrés a largo plazo, puede debilitar su sistema inmunológico, haciéndolo más susceptible a resfriados, gripa e insomnio. El agotamiento también puede provocar problemas de salud mental como depresión y ansiedad. Descuidar sus necesidades: empezar a sacrificar el cuidado personal como dormir, hacer ejercicio y comer bien. No hay tiempo para actividades que no estén relacionadas con trabajo.
¿Cómo evitarlo? El estrés puede ser inevitable, pero el agotamiento se puede prevenir. Estas son algunas recomendaciones: Haga ejercicio: el ejercicio es bueno no sólo para la salud física, sino que también puede ayudarle a mejorar su salud mental debido a las hormonas que liberamos al practicarlo. No es necesario que haga largas horas de ejercicio, practique alguna actividad que le guste. Coma una dieta balanceada: en general, llevar una dieta balanceada está ligada a la buena salud mental. La alimentación genera procesos fisiológicos que están relacionados con la actividad cerebral. Así, se recomienda comer alimentos naturales, proteínas, carbohidratos que aporten energía y agregar alimentos ricos en omega-3 Mejore sus hábitos del sueño: el cuerpo necesita tiempo para descansar y restablecerse, por lo que los hábitos de sueño saludables son esenciales para nuestro bienestar. Haga actividades que lo despejen de los temas del trabajo, dedíquese a sus hobbies y tenga tiempo libre para usted y para estar con sus familiares y amigos. Pida ayuda cuando sea necesario: Durante los momentos de estrés, es importante buscar ayuda. Si le resulta difícil pedir hacerlo, considere desarrollar un “control” de autocuidado con amigos cercanos y familiares para que puedan cuidarse mutuamente durante los momentos difíciles. También puede hablar con profesionales de la salud.