La evolución constante de la tecnología ha generado que las personas realicen cada vez más compras, pagos y transferencias a través de sus dispositivos móviles e internet. Sin embargo, esta mayor conectividad también ha provocado un aumento de los ataques cibernéticos. Según cifras de la Fiscalía General de la Nación, los delitos por ciberdelincuencia en Colombia crecieron alrededor del 56% entre 2017 y 2018, y en los primeros meses de este año alcanzaron un promedio de 63 cibercrímenes diarios en el país. La extorsión y las estafas, por ejemplo, que tradicionalmente se realizaban vía telefónica o presencial, empiezan a afianzarse a través del uso de WhatsApp, correos electrónicos y redes sociales. Las estafas a través de estos canales crecieron el 24,14% en el primer trimestre del año al alcanzar más de 10.169 denuncias.
Por esto, si usted es uno de los miles de usuarios que ha empezado a reemplazar con la tecnología los trámites y procesos que anteriormente únicamente podía hacer de manera presencial, es importante que esté al tanto de las diferentes modalidades de ciberdelincuencia que existen en el país para que evite exponer su información personal y la seguridad de sus productos financieros. Uno de los delitos que más suele presentarse y que, por la sutileza de su funcionamiento, no es tan conocido como otras modalidades es el Smishing. A diferencia de técnicas que utilizan la intimidación como principal vía de hurto, esta modalidad simula una comunicación institucional para acceder a datos personales de los usuarios bancarios. Esta técnica consiste en suplantar la comunicación oficial de una entidad bancaria vía SMS para engañar a los usuarios y robar sus datos personales, claves e información de sus tarjetas. “El Smishing, a diferencia de formas de robo que se soportan en el uso de armas, acciones violentas y amenazas, busca confundir al consumidor haciéndole pensar que está accediendo a los canales del banco del cual es cliente. Esta falsa sensación de seguridad hace que el riesgo sea mayor al de otras modalidades pues el usuario no tiende a desconfiar al momento de ingresar sus datos más sensibles, quedando altamente vulnerable ante los delincuentes que capturen su información financiera”, explicó César Serrato, Gerente de Producto del Banco Falabella.
Por esto, la principal recomendación para evitar ser víctima de este delito es identificar y familiarizarse con los canales de atención oficiales del banco del que se es cliente. Sin embargo, los diferentes bancos del país son más enfáticos e insisten en que hay que abstenerse de proveer datos personales o corporativos como respuesta a estos mensajes de texto. Los diferentes mensajes publicitarios pueden direccionar a sus páginas web, a las formas de descarga segura de sus aplicaciones y dejar en claro los números de atención oficiales. De igual forma, es necesario desconfiar de mensajes esporádicos que puedan llegar y comprobar la veracidad de la información bancaria, aún si el emisor se identifica como un canal de atención de su banco. En caso de recibir esta solicitud, póngase en contacto con su entidad financiera a través del canal que use recurrentemente para verificar que la solicitud sea oficial. “Actualmente, la gran mayoría de entidades bancarias en Colombia cuentan con diferentes canales de atención para ofrecer una asesoría inmediata y permanente. De esta forma, el cliente puede corroborar fácilmente la autenticidad de los mensajes que reciba y evitar hacer uso de enlaces de desconocidos que soliciten ingresar información personal”, recalcó Serrato. Finalmente, hay que denunciar oportunamente ante las autoridades o la entidad bancaria, además de evitar que los delincuentes sigan captando información, permite que los equipos de inteligencia policial detecten nuevas modalidades y las detengan antes de que más usuarios sean víctimas de este tipo de hurto.