De acuerdo con el congresista del Partido Verde, “enfocarse en el dispositivo resulta quedarse obsoleto”, pues argumenta que la innovación de la tecnología va a una velocidad mucho más rápida que la capacidad de los Estados y las legislaciones de controlar los dispositivos. Así las cosas, "dicha innovación genera unos dispositivos y requiere una regulación específica y completamente diferenciada", para evitar que llegue a menores de edad, pero sobre todo afectar la salud de los colombianos. Lea también: Habrá nueva subasta para energías renovables en el primer semestre de 2021 “El reto que tenemos es grande, pues ante la ausencia de una regulación de estas nuevas innovaciones tecnológicas, es necesario hablar de cómo se regula y se reglamenta la nicotina, por eso en nuestro proyecto de ley no se centra en si se regula un vapeador o un cigarrillo electrónico, sino cómo se regula la sustancia”, dijo Toro. “La visión prohibicionista de un Estado en temas de salud pública es la peor que puede existir, porque prohibir trae unos efectos colaterales muy dañinos en la sociedad y no elimina el consumo, pero lanza al consumidor a un mercado negro no regulado”, agregó. De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas (ENCSPA) hecha entre octubre y diciembre del 2019, midió por primera vez el consumo de cigarrillos electrónicos o vapeadores con nicotina, reveló que el 5%, unas 1,1 millones de personas, dicen haberlos usado al menos una vez en su vida, lo que lo ubica como la tercera sustancia legal más usada. Le recomendamos leer: Colombia negocia con Pfizer para adquirir su vacuna contra coronavirus Mientras que para la Corporación Acción Técnica Social, que se dedica a crear estrategias para disminuir el riesgo del consumo de sustancias psicoactivas, estos resultados, “también deben dar pie a pensar en una regulación diferencial para cigarrillos electrónicos, orientada hacia mayores de edad y la reducción de daños”. "Por ello cada día cobra mayor relevancia la estrategia de aplicar las políticas de reducción del daño, que busca precisamente que las personas que ya son consumidoras conozcan de los riesgos, de lo que implica el consumo de estas sustancias para que lo puedan dejar y abandonar con información técnica y científica evidenciada y vigilada por las autoridades de salud del Estado” recalcó el congresista. Según Toro, el proyecto tendrá tres ejes fundamentales, entre los que estarán un enfoque de reducción de riesgo y daño, ya que las compañías tienen que advertir sobre los riesgos de cara al consumidor, sobre el daño que esto puede hacer y a idea es que las campañas lleven a dejar de consumir. Le puede interesar: El Gobierno colombiano presenta lineamientos para el tercer día sin IVA Los derechos de los consumidores mayores de edad y el tercero es el acceso de consumidores a información de calidad, y tercero, las empresas que vendan elementos o administren nicotina no podrían hacer publicidad, patrocinio de eventos y expendio a menores de edad.