Richard Branson, Michelle Obama y Tim Cook son miembros honorarios de un club en el que sus integrantes viven convencidos de una cosa: que levantarse muy temprano es la clave del éxito. Ahora Robin Sharma, el autor del best seller El monje que vendió su Ferrari, le dio un nombre: El club de las 5 de la mañana. Con ese título, Sharma, experto en liderazgo, ofrece una serie de pasos de empresarios y emprendedores famosos que practican este hábito. Plantea que al tomar el control de las mañanas el individuo logra darle un empuje a su vida. Para muchos, cinco de la mañana suena muy temprano. Pero según el autor, quienes quieran participar en este club deben disponerse a "sobrellevar la incomodidad que implica crear nuevos hábitos para toda la vida". Además, dice Sharma, luego de 66 días de despertarse sin falta y puntualmente, el hábito se instalará en su ADN. El resto es más sencillo. Sharma recomienda simplemente aplicar en esa hora la ley de 20-20-20, que consiste en dividir los 60 minutos en tres fracciones iguales. La primera, para hacer alguna actividad física, no importa cuál, siempre que implique mover el cuerpo. Según Sharma el ejercicio libera dopamina en el organismo, lo que hace que la persona se sienta más fuerte y energizada. Le puede interesar: ¿Productivos pese a todo? La segunda, para mirar la agenda y planear el día, así como revisar las metas trimestrales. Eso lo enfocará en los proyectos y lo motivará para esas actividades. En la tercera fracción, de 5:40 a 6:00 de la mañana, Sharma señala que llega la "hora mágica", destinada a mirar, leer o estudiar sobre algún tema que ayude al crecimiento personal. Puede ser un video, un libro, visitar sitios web: se trata de asimilar información nueva sobre un tema en esos 20 minutos. Según el experto, los primeros 60 minutos del día determinan el resto del día y hay que usarlos para potenciar el interior. Sin embargo, agrega, la gente hoy le dedica las mejores horas al celular, cuando debería utilizarlas en conectarse consigo mismos. Para lograr esto hay que dejar a un lado la distracción digital. Entre los muchos resultados positivos del hábito de madrugar está una mejoría del sueño, más logros en las tareas diarias, ser más productivo, más enfocado y tener mayor creatividad y energía para ser mejores y ayudar a los demás. Pero los más importantes, según Sharma, son estos tres: Energía: el entrenamiento físico intenso en la primera hora del día empuja al individuo a trabajar más horas e incluso lo energiza para todo el día. Lea también: Premiarán con mentorías a tres mujeres emprendedoras Felicidad: hacer las cosas a tiempo, no procrastinar y controlar la agenda diaria genera satisfacción personal. Especialmente porque la gente siente que progresa día a día en sus proyectos. Orgullo: Sharma señala que el solo hecho de estar despierto mientras los demás duermen genera una sensación de empoderamiento. Según él, reconforta saber que para el momento en que ellos despierten, ya los miembros de este club han trabajado por lo menos dos o tres horas. Eso, repetido todos los días, genera un círculo virtuoso que lleva a sentirse bien consigo mismo. La fórmula 20-20-20 es compleja. Pero según el autor con solo hacer esas tres cosas en la primera hora, el individuo habrá logrado 95% más que las demás personas que también se levantan temprano sin saber qué les espera el resto de su día. Le recomendamos: Los 3 países de América Latina que más talentos atraen (y los que menos)