En sus salones y en su gran terraza interior rodeada de flores, presenta diferentes ambientes que han cautivado a una selecta clientela que trasciende a más de tres generaciones. Sus fundadores, Gianni y Cielo Molinaro, se esmeraron en desarrollar cada una de las recetas de sus ancestros –originarios de Nápoles–, las cuales se han conservado intactas durante 37 años. Todos los platos son preparados en un horno de leña, que le aporta a la comida un sabor inconfundible e inolvidable. Los más recomendados son la lasagna O' Sole Mio, el escalope con champiñones y los canelones de espinaca, de pollo y mixtos.