Hace unos meses, Rolan de la Cruz Biojó recibió una llamada del exministro de Deportes de Guinea Ecuatorial Ruslan Obiang Nsue, para invitarlo a hacer parte del equipo que hoy juega el torneo más importante del continente africano y del cual ellos son anfitriones junto con Gabón. “Me preguntó que si estaba dispuesto y tenía ganas, podía vestir los colores del país”. Luego de darle el sí, Rolan viajó la capital, Malabo, para hacer parte del grupo preseleccionado y participar en una serie de partidos amistosos. Este volante de primera línea que juega en Fortaleza F. C. de la segunda división del fútbol colombiano, nació hace 27 años en Tumaco, tierra de grandes futbolistas como Willington Ortiz, Léider Preciado y Carlos Darwin Quintero, pero fue gracias al internet que sus familiares al otro lado del Atlántico vieron un video del jugador e hicieron el contacto. Los Biyogo, la familia guineana integrada por tíos y primos de Rolan, lograron identificarlo por su segundo apellido, Biojó. La investigación no fue sencilla, y comprobar el nexo de consaguinidad mucho menos, pero al final se determinó que el tumaqueño es descendiente directo de Benkos Biohó, líder rebelde de los esclavos cimarrones de los Montes de María en el siglo XVII y figura histórica en el proceso de emancipación en épocas de la Colonia. El hecho no tiene precedentes, pues más allá de la historia que lo liga con el país africano, Rolan es el primer colombiano en vestir los colores de una selección de ese continente. Además, la oportunidad no pudo ser menos importante, pues Guinea Ecuatorial nunca había jugado la Copa Africana de Naciones, y en su debut cuenta con la ventaja de la localía, la cual hasta el momento han sabido aprovechar. Como en casa Guinea Ecuatorial es el único país africano de habla hispana. Fue una colonia española hasta 1968 y la religión predominante es el catolicismo. Tal vez es por esto que Rolan asegura que “se parece a Tumaco y a otros lugares de Colombia. Además, la vegetación y las carreteras son muy similares. Me siento como en casa”. Según dice, “el nivel de vida es muy bueno y es un África que nadie se imagina. Guinea Ecuatorial no es desiertos y hambre. Esa es la imagen errada que la gente tiene de este lado del mundo”. La combinación de la tradición hispánica y el arraigo cultural africano hace de esta nación un lugar muy parecido al Caribe colombiano. “La gente es muy ferviente y fanática. Por donde pasa el bus de la selección, todos salen de su casa a saludar. Acá hay mar y la gente de costa es gente de ambiente, gente sabrosa”, asegura Rolan. ¿Un proyecto político? Hace pocos días fue noticia el hecho de que los jugadores de la selección de Guinea Ecuatorial recibirían 700.000 euros por partido ganado en la copa. Lo cierto es que el gobierno de facto del presidente Teodoro Obiang, que ostenta el poder desde 1979, no ha escatimado en gastos ni esfuerzos para la realización del torneo y para procurar el éxito deportivo de su equipo. Según informaron medios locales, el ministro de Agricultura y Bosques, presidente de la Federación de Jóvenes del oficialista Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) e hijo mayor del jefe de Estado, Teodoro Nguama Obiang, ofreció la recompensa por la victoria. Hasta el momento el equipo le ha sabido responder con dos partidos ganados de tres jugados. Según Rolan, “se trata de un premio, una motivación, pero lo importante es darle la alegría a la gente”. En cuanto al presidente de la nación, afirma que los jugadores han tenido contacto con el mandatario en dos ocasiones y que “él está muy pendiente de la selección, le gusta mucho el fútbol”. No obstante, el hecho hace recordar episodios similares en la historia del fútbol, como el Mundial de 1938 donde la selección Italiana hacía las veces de local en el regímen fascista de Benito Mussolini. ‘Il Duce’ no dejó de intervenir en la organización del torneo y en las intimidades del equipo que luego sería campeón. Como no podía ser diferente, la victoria fue utilizada como rédito político del fascismo; otro caso cuestionado es el de la Argentina de 1978 durante la dictadura de Jorge Rafael Videla. Los gauchos, que oficiaban como locales, lograron la copa del mundo luego de vencer a Holanda en la final habiéndose clasificado gracias a una goleada 6 a 0 frente a una estelar selección peruana. Ambos casos aún son motivo de discusión y polémica. Y el fútbol... Aunque Rolan aún no ha integrado el equipo titular, hace parte del grupo y por tanto es tan responsable de la victoria como de la derrota. De esta forma, aún espera tener la oportunidad de aportar desde la cancha al éxito de su selección. El equipo guineano, dirigido por el brasileño Gilson Paulo, ganó sus dos primeros partidos en la fase de grupos frente a Libia y Senegal y cayó derrotado ante Zambia. De esta forma, el Súper-Nzalang, como es popularmente conocido el equipo, logró la clasificación a cuartos de final como segundo del grupo donde enfrentará al gran favorito, Costa de Marfil. Rolan que dice sentirse tan colombiano como guineano, asegura tener “muchos deseos de volver al Deportivo Cali”, el equipo que por esos azares del fútbol, cuando él no tenía intenciones de dedicarse a esa profesión, le dio la oportunidad de formarse y debutar como profesional. “Sé que el Cali se encuentra en una situación nada fácil, y que ahí puedo aportar... mi corazón es del Cali y, como dice el dicho popular, todo buen hijo vuelve a casa”.