La Nueva EPS es una gigante con participación estatal. Es la octava compañía con más ingresos operacionales del país y la que tiene afiliados a uno de cada cinco colombianos, lo que le significa una participación en el de mercado del sector salud del 22 %.
Esa entidad es una gigante con participación estatal. Es la que tiene afiliados a uno de cada cinco colombianos, lo que le significa una participación en el de mercado del sector salud del 22 %, con 10,8 millones de usuarios: la piedra angular del sistema de salud.
Aldo Enrique Cadena Rojas está a una firma de contrato de asumir las riendas de la entidad después de que la Junta Directiva lo designara por unanimidad como el nuevo presidente, que recibe una gestión de 14 años que solo estuvo a cargo de un antecesor: el médico José Fernando Cardona.
La administración del Cardona, quien sí es profesional en salud, inició su gestión con 2.1 millones de afiliados en 2009 y cierra con un balance de más de 10.8 millones de afiliados, de los que 4.858.761 están asegurados dentro del régimen contributivo y 5.990.065 pertenecen al subsidiado. Ninguna otra EPS tiene esos mismos números porque la segunda más robusta es Sura, con 5,5 millones de pacientes.
“La Nueva EPS se ha convertido en el arma que tiene el Gobierno para responder ante las fallas de otras EPS que no han podido sobrevivir. Es valioso para el país tener una institución que responda con todas las garantías porque, ante las liquidaciones, el Ministerio de Salud debe tomar decisiones sobre a dónde van a ir los pacientes y la Nueva EPS se ha convertido en esa institución que sirve de respuesta”, detalló Johnattan García Ruiz, investigador del departamento de salud global de la facultad de salud pública de Harvard.
Esa entidad es mixta, de propiedad de las Cajas de Compensación Familiar y del sector gubernamental, en la que la Casa de Nariño tiene influencia directa. Pese a actuar como un privado, no tiene integración vertical, que es el punto que el Gobierno de Gustavo Petro les ha criticado a otras EPS.
De ahí que brinda los servicios de salud en los 1.123 municipios que tiene el país, a través de 1.880 IPS con más de 5.500 sedes que hacen especial presencia en las regiones apartadas con zonas de administración especial en La Guajira, Amazonas, San Andrés, Arauca, Chocó, Putumayo, Guainía, Guaviare, Casanare, Arauca y Vichada.
Tener tantas IPS adscritas y despliegue en los 32 departamentos hace que se convierta en una herramienta con la que el Gobierno, a través del nuevo presidente Aldo Cadena, podría repartir cargos en, literalmente, todo el país.
El crecimiento de la Nueva EPS en 14 años de existencia ha sido contundente: es la número uno del sector salud por ingresos operacionales y pasó del puesto 29 (en 2009) al número 8 (en 2023) en el ranking de las empresas más grandes que publica la Superintendencia de Sociedades, por ingresos operaciones que llegan casi a los 18 billones de pesos anuales.
La Nueva EPS ha sido la que ha recibido a los usuarios de las EPS liquidadas por los problemas en el sistema de salud y será la que tenga que acoger a los pacientes de las entidades que no sobrevivan a la reforma a la salud.
“Una de las cosas que me arecen más importantes de esta transición es que quienes defienden la reforma han dicho que las EPS no se acaban, que se van a transformar en Gestoras de Salud y Vida. Sin embargo, hay un pero grande y es que esa decisión no es automática. Lo que va a pasar es que el articulado tal y como hoy está escrito dice que hay unas condiciones para convertirse en gestoras y no sabemos de las 27 EPS que están registradas y actuando cuántas se van a convertir en gestoras, cuántas se van a liquidar”, advirtió Johnattan García Ruiz.
Por eso, hoy Nueva EPS tiene 10,8 millones de afiliados, pero en el futuro puede terminar siendo responsable de tantos usuarios como habitantes tiene el país. El mandato de Aldo Cadena en la entidad está a punto de comenzar mientras a la par, en el Congreso, se debate la reforma a la salud de la que él fue uno de sus artífices.