El exministro de Educación Alejandro Gaviria volvió a pronunciarse sobre el desarrollo de la reforma a la salud en el Congreso de la República y sostuvo que se trata de un proyecto de ley que tiene varios problemas.
“No creo que sea posible darle coherencia y orden por medio de proposiciones a la reforma a la salud. La reforma es incoherente, tiene muchos problemas de técnica legislativa y probablemente tiene vicios irreparables en su trámite”, advirtió Gaviria en su cuenta de Twitter.
Por ello, señaló que ahora les corresponde a los legisladores actuar frente a los problemas que se han presentado durante el trámite del proyecto. “Ojalá el Congreso actúe con responsabilidad”, agregó Gaviria en su trino.
Ya en ocasiones pasadas el exministro del Gobierno Petro había advertido que las nuevas versiones de la reforma a la salud que estaban diseñando los congresistas carecían de orden y podían llevar a crear un “Frankenstein”, en la medida en la que le añadían más remiendos al proyecto de ley original.
“El sistema mixto refleja un intento por dirimir un desacuerdo político. Pero no es (hay que aceptarlo) un sistema racional, pensado para resolver los problemas de la salud. Ojalá los intentos loables de conciliación no terminen en un sistema disfuncional que empeore la cosas”, sostuvo Gaviria en marzo pasado, poco después de que el presidente Gustavo Petro decidiera separarlo de su cargo como ministro de Educación. Su salida se dio en parte por sus reparos al manejo que le daba el Ejecutivo al sector salud y las propuestas que tenía para transformar el sistema.
Gaviria, además, ha criticado algunos puntos claves de la reforma que hoy se está discutiendo en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes. Por ejemplo, ha manifestado sus dudas frente a la capacidad que tiene la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres) para fungir como el pagador único del modelo que propone el Gobierno nacional.
Este rol implicará que tendrá que asumir varias funciones financieras que hoy les competen en su mayoría a las EPS, como el pago a hospitales y clínicas por servicios de salud.
“La reforma plantea que el Estado va a asumir los servicios sociales complementarios que hoy hacen las EPS. ¿Pagará la Adres centralizadamente el transporte de los pacientes? ¿De dónde van a salir los recursos? ¿Puede gestionarse desde Bogotá este tipo de atenciones? ¿Quién va a hacer la auditoria y el control? En general, en la reforma planteada, la Adres acumula funciones sin tener las capacidades”, advirtió Gaviria por medio de un texto publicado a finales de abril pasado en el que expuso sus reparos frente al proyecto de ley.
Así mismo, el exministro ha manifestado preocupaciones con respecto a la posible desaparición de las EPS del sistema de salud. “Si no van a realizar labores de contratación, gestión de riesgo y auditorias, el papel de las gestoras no tiene sentido, es cosmético. Muchas EPS saldrán del sistema, creando una crisis de atención”, puntualizó Gaviria en el mismo texto.
Y se ha preguntado por el destino que tendrán los miles de empleados que trabajan con esas entidades una vez sea aprobada la reforma.
El proyecto de ley, sin embargo, aún tiene un largo camino que recorrer en el Congreso. Si bien el mes pasado fue rechazada la propuesta de archivarlo que había impulsado la oposición, el articulado aún no ha sido sometido a votación.
Desde las 10:00 a. m. de este 11 de mayo los congresistas de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes están discutiendo los detalles de cómo se llevará a cabo la votación. Actores del sector salud como la organización Pacientes Colombia han pedido que no se vote a “pupitrazo” la reforma a la salud, sino que se dé una discusión profunda y abierta sobre cada artículo que contiene.