Cuando se retiró del cargo, por decisión del presidente Gustavo Petro, Alejandro Gaviria puso un trino en el que describía bien lo que le había sucedido. “Mi esposa me dicta. Yo escribo. ‘Renuncio al Ministerio de Educación por razones de salud...’ Dejemos así”. El simpático mensaje describía sin decirlo que sus posiciones sobre la propuesta presentada por su colega Carolina Corcho lo había dejado por fuera del Gobierno Petro, pero que no se arrepentía.
Ya fuera de la Casa de Nariño, Gaviria no se ha guardado sus opiniones sobre ese articulado, respecto al cual -siendo ministro- dijo que le haría al país mucho daño. En un trino, el exministro escribió: “La historia de la construcción de consensos en la reforma a la salud es extraña. Acuerdos verbales anunciados una y otra vez (con grandilocuencia) y cambios espurios o insustanciales en el texto. La versión actual no refleja las discusiones. Y no mejorará el sistema de salud”.
Igual de fuerte había hablado en un foro sobre la reforma a la salud que llevó a cabo la Contraloría General de la Nación este 28 de marzo. Allí analizó los problemas de sostenibilidad que tendría el proyecto de ley y manifestó preocupación por el control a la corrupción que propone la iniciativa.
Para empezar, recordó que el sistema de salud colombiano ha sido un “ejemplo” en materia de protección financiera por cuenta del bajo gasto de bolsillo que tienen los ciudadanos. Esto quiere decir que la cantidad de dinero que destinan los colombianos a productos y servicios médicos es baja en comparación a otros países.
Gaviria sostuvo que, según varias encuestas, la mayoría de los ciudadanos apoya el sistema de salud. “Se han citado las tutelas hoy en día. Y yo creo que muestran fallas en el sistema que tenemos que aceptar. Pero las 300.000 tutelas tienen que ser comparadas con más de 500 millones de atenciones que se dan en los sistemas de salud cada año“, dijo el exfuncionario, quien también fue ministro de Salud durante el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos.
Luego, tocó un punto sensible que ha causado fuertes polémicas desde que el Gobierno radicó la reforma a la salud el pasado 13 de febrero: la forma en la que se financiará el sistema.
“A mí me parece que aquí no hay un análisis profundo sobre los problemas de sostenibilidad”, dijo Gaviria. Según explicó, hay asuntos regulatorios que pueden resolverse para mejorar el flujo de los recursos del sistema de salud, pero también hay otros aspectos que deben tenerse en cuenta.
En esa medida, sostuvo que cada año quedan faltando entre tres y cuatro billones de pesos para la salud, lo que llamó como un “déficit estructural”, que se presenta por distintas causas, como los cambios en la población colombiana.
“La estructura que se propone de pasar a un pagador único no resuelve ese problema”, aseguró el exministro, haciendo referencia a la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres), que hoy gestiona los recursos del sector. La propuesta del Gobierno es que la Adres deje de girarles recursos a las EPS (como lo hace en la actualidad), sino que se los dé directamente a los prestadores de servicios.
Pero Gaviria mencionó que la Adres tiene dificultades para cumplir con ese rol que quiere asignarle el Gobierno. El exministro dijo que el propio contralor general, Carlos Hernán Rodríguez, mencionó los problemas que está presentando la Adres para cumplir con las responsabilidades no Soat.
Gaviria consideró que el Gobierno debe saber que hay avances en materia de protección financiera, pero también poner la lupa en los resultados en salud reflejados en la gran desigualdad que hay entre distintas regiones en materia de acceso a la salud. Pero advirtió que la propuesta que está haciendo no necesariamente resuelve los problemas que hay hoy.
“Es un sistema que regresa al pasado”, aseguró Gaviria y señaló que, según las últimas versiones de la reforma a la salud (que recogen algunas recomendaciones de los partidos políticos), no es claro el papel que tendrían las EPS, las cuales pasarían a llamarse entidades gestoras de salud y vida.
Además, indicó que para él lo que propone el Gobierno con su proyecto de ley no es un sistema “bien armado”.
“Yo creo que esa reforma no va a resolver los problemas de atención, puede agravarlos. No va a resolver los problemas de flujo de recursos, puede agravarlos. Va a resultar, creo yo, en más corrupción y menos controles“, puntualizó el exministro.
También criticó las declaraciones que hizo el viceministro de Salud, Luis Alberto Martínez, quien señaló que gran parte de los problemas sanitarios que hay hoy en el país tienen que ver con las lógicas de mercado.
“Las visiones excesivamente ideológicas sobresimplifican los problemas y nos pueden llevar a una situación que no mejore, sino que exacerbe algunos de los problemas existentes en el sistema de salud”, concluyó Gaviria.
Se espera que el articulado nuevo de la reforma a la salud se conozca en los próximos días, pues ha pasado por un largo proceso de concertación con los partidos que hoy son parte de la bancada de Gobierno, el de La U, el Liberal y el Conservador.
Según el ministro del Interior, Alfonso Prada, el acuerdo sobre el nuevo articulado está en un 99 % y los detalles finales se definirán muy pronto.