Uno de los mayores temores de una persona es la presencia de alguna enfermedad, sobre todo cuando se trata de cáncer, que se produce cuando células anómalas se dividen sin control, destruyen los tejidos corporales y se diseminan a los tejidos que las rodean.
De acuerdo con los especialistas, es posible que el cáncer comience en cualquier parte del cuerpo. En algunos casos, las células forman tumores, que son bultos de tejido, los cuales, en algunos casos, pueden ser cancerosos (malignos) no cancerosos (benignos).
En relación con los tumores cancerosos, estos invaden los tejidos cercanos, aunque también pueden llegar a otras partes del cuerpo y formar tumores, dentro de lo que se conoce como metástasis
Existen varios tipos de cáncer, por lo que es importante que ante cualquier síntoma se debe acudir al médico para determinar los procedimientos que se deben seguir.
- Cáncer de mama: Se origina en las células de los pechos. Puede presentarse en las mujeres y en ocasiones en los hombres. Los síntomas del cáncer de mama son las protuberancias en el pecho, las secreciones de sangre del pezón y los cambios en la forma o la textura del pezón o el seno. El tratamiento depende de la etapa en que se encuentre y entre los cuales se encuentran quimioterapia, radioterapia o cirugía.
- Cáncer de la próstata: Los síntomas incluyen dificultad para orinar, aunque algunas veces no se presenta ninguno. En algunos casos se desarrollan lentamente, por lo que se debe hacer un permanente monitoreo. Sin embargo, existen algunos que son más agresivos y requieren radioterapia, cirugía, terapia hormonal, quimioterapia y otros tratamientos.
- Cáncer de piel (basalioma): Se manifiesta como una protuberancia cerosa blanquecina o un área escamosa amarronada en las zonas que se exponen al sol, como el rostro y el cuello. El tratamiento incluye la prescripción de cremas o la cirugía para extirpar el cáncer.
- Cáncer de piel (melanoma): Ocurre cuando las células productoras de pigmento que dan color a la piel se vuelven cancerosas. Entre los síntomas se encuentran neoplasias inusuales y nuevas, o cambios en un lunar ya existente. Pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, medicamentos y, en algunos casos, quimioterapia.
- Cáncer de colon o de recto: En los primeros estadios pueden comenzar como pólipos no cancerosos. Generalmente, no se presentan síntomas, pero pueden detectarse mediante chequeos. Se recomiendan estos para los grupos de alto riesgo y para los pacientes de más de 50 años.
Sin embargo, una persona puede presentar cambios en los hábitos intestinales, los cambios en la consistencia de las heces, la presencia de sangre en las heces y la incomodidad abdominal. Los tratamientos más comunes incluyen la cirugía para extraer el cáncer, la quimioterapia y la radioterapia.
- Cáncer de pulmón: Generalmente, se manifiesta en personas que fuman cigarrillo. Hay dos subtipos de este cáncer: de células pequeñas y de células no pequeñas. Además del tabaquismo, otras de las causas pueden ser el tabaquismo pasivo, la exposición a ciertas toxinas y los antecedentes familiares.
Entre los síntomas se encuentran tos (a menudo con sangre), dolor en el pecho, sibilancia y pérdida de peso. Estos síntomas no suelen aparecer hasta que el cáncer está avanzado. Los tratamientos incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia y terapia farmacológica dirigida.
- Leucemia: Cáncer de los tejidos que conforman la sangre, incluida la médula ósea. Existen muchos tipos, como la leucemia linfoblástica aguda, la leucemia mieloide aguda y la leucemia linfocítica crónica. En algunos casos de desarrollo lento, no tienen síntomas. En los de desarrollo rápido, los síntomas son fatiga, pérdida de peso, infecciones frecuentes y sangrado o aparición de hematomas con facilidad.
En el caso de las leucemias de desarrollo lento, el tratamiento consiste en controles médicos, mientras que en leucemias agresivas incluye quimioterapia, seguida de radioterapia y trasplante de células madre, en algunos casos.
- Cáncer del sistema linfático: Los síntomas incluyen nódulos linfáticos de mayor tamaño, fatiga y pérdida de peso. En este caso, el tratamiento incluye quimioterapia, medicación, radioterapia y, en algunos casos, trasplante de células madre.
Síntomas silenciosos
Además de esos síntomas que suelen alertar la presencia de algún tipo de cáncer, existen otros que son silenciosos y que a veces pasan desapercibidos, por lo que es importante un análisis médico detallado, pero a los que se les debe prestar atención.
- Afecciones de la piel: Se debe poner atención a rojeces, picazón excesiva o ampollas, que puedan salir en cualquier parte de la piel y permanezcan por un tiempo prolongado o causen dolor.
- Pérdida de peso involuntario: Una situación como esta puede ser una alerta de cáncer de colon, estómago y otras partes del aparato digestivo.
- Afecciones gastrointestinales: La saciedad sin razón aparente puede estar relacionada con un cáncer, por lo que se debe acudir al médico.
- Cambios en la orina: Un cambio en la frecuencia orinar puede estar relacionado con un cáncer de vejiga y en un caso más grave próstata, a veces sin un diagnóstico a tiempo.
- Bultos: La presencia de abultamientos en el cuerpo es uno de los síntomas que deben poner a una persona en alerta y que deben obligarla a acudir de inmediato al médico.