Pese a que hace algunos meses atrás, la Organización Mundial de la Salud anunció oficialmente la terminación de la pandemia causada por el coronavirus, lo cierto es que aún se siguen conociendo nuevas mutaciones del virus.
Con más de tres años circulando entre los humanos, este virus ha sufrido un sinnúmero de cambios que han quedado registrados en diferentes variantes. Entre las más conocidas están: alfa, beta, gamma y delta. La mayoría de estas fueron descubiertas a finales de 2020 y principios de 2021.
Recientemente, se conoció una nueva variación del virus que estaría siendo estudiada por la OMS, pues tendría algunos síntomas diferentes. Esto es lo que se conoce hasta el momento.
Lo que se sabe de la nueva variante del covid en 2023
La OMS aseguró que esta nueva variante, denominada pirola o BA.2.86, es catalogada como sublinaje de ómicrón, otra variante del virus que se conoció en noviembre del 2021.
Esta nueva variante fue detectada el pasado 13 de agosto y a mediados del mismo mes ya se presentaban seis casos en cuatro países, específicamente Reino Unido, Estados Unidos, Israel y Dinamarca. En este último territorio fue en el que se encontró el primer caso.
Desde el pasado 17 de agosto, la OMS puso en vigilancia esa cepa, pues tiene un número considerable de mutaciones en los genes de la espícula.
Los síntomas de esta variante pueden ser similares a los que tenía la variante ómicrón, pues hace parte de la misma familia. Estos son algunos:
- Dolor de garganta
- Dolor de cabeza intenso
- Escalofríos
- Congestión nasal
- Estornudos
- Sudoración nocturna
- Dolores musculares
La OMS precisa que entre el 17 de julio y el 13 de agosto de 2023 se notificaron cerca de 1,4 millones de casos nuevos de covid-19 y más de 2.300 muertes, lo que indica un aumento del 63 % frente a los 28 días anteriores.
Pese al descubrimiento, aún no se conoce el reporte de brotes masivos o medidas tomadas por países en el mundo.
Eris, la otra variante del covid-19 que es resistente a vacunas
A medida que el mundo luchaba por salir del estado de alerta y emergencia debido al covid-19, se hizo evidente que el virus no tenía la intención de desvanecerse. La reciente aparición de la variante EG.5, apodada eris, derivada de la cepa ómicron, resalta aún más esta realidad. Esta nueva variante ha generado preocupación global y fue designada como una “variante de interés” por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El rápido avance de la cepa eris en diferentes países ha desencadenado cuestionamientos sobre la efectividad de las vacunas existentes en la lucha contra esta variante. La pregunta que surge es: ¿son suficientes las vacunas para proteger contra esta nueva amenaza? Los médicos aconsejan la vacunación en todos los casos y para todas las cepas y mutaciones del virus.
Los expertos en infectología recalcan que la vacunación contra la covid-19 tiene un propósito fundamental: salvar vidas y reducir el riesgo de hospitalización y muerte, incluso en caso de contraer el virus. Sin embargo, es esencial completar el esquema de vacunación de manera adecuada, especialmente a partir de los seis meses de edad en poblaciones vulnerables. A pesar de la vacunación, la posibilidad de reinfección aún existe, lo que refuerza la importancia de la inmunización continua.
No obstante, la realidad actual es que están emergiendo cepas con mayor capacidad de propagación, resistencia a tratamientos y sintomatología más severa. Esto puede conducir a que los anticuerpos generados por las vacunas existentes sean menos efectivos frente a la nueva variante EG.5, aunque no necesariamente inútiles.
La OMS ha confirmado que la variante eris es más prevalente y puede evadir la inmunidad. Sin embargo, hasta el momento, no causa síntomas graves como las variantes previas. Esto sugiere que los anticuerpos producidos por la infección previa o la vacunación podrían no ser tan eficaces contra esta variante.