Si usted es de las personas que siente olores que nadie más percibe puede estar sufriendo de fantosmia, una alteración que se presenta en el sistema olfativo.
¿Por qué se produce la fantosmia?
Aunque no es considerada como una afección grave, si es necesario tratarla a tiempo para evitar complicaciones. Según algunos expertos, esta condición es una secuela del Covid- 19, sin embargo, hay personas que manifiestan esta molestia sin haber sufrido de esta enfermedad en cuyo caso hay que comenzar a analizar cuáles pueden ser las posibles causas.
De acuerdo al portal Mayo Clinic, la fantosmia puede ser causada por una lesión en la cabeza o una infección de las vías respiratorias superiores. También puede ser causada por el envejecimiento, traumatismos, convulsiones del lóbulo temporal, senos paranasales inflamados, tumores cerebrales, ciertos medicamentos y la enfermedad de Parkinson.
La ciencia habla de la fantosmia
Investigadores del Programa de Epidemiología y Bioestadística del Instituto Nacional para la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación, en Estados Unidos, llevaron a cabo un estudio a fondo para comprender mejor el fenómeno de la fantosmia, del que hasta la fecha se sabe muy poco y, en gran parte, se basa solo en la experiencia de ciertas personas.
El estudio en mención consistió en tomar los datos de más de 7 mil personas mayores de 40 años a quienes se les realizó un cuestionario con preguntas tales como: “¿A veces hueles un olor desagradable cuando no hay nada?”.
Como resultado de esta pregunta, los investigadores descubrieron que al menos 6.5% del total de personas encuestadas padecían alucinaciones olfativas.
Otro de los resultados arrojados por esta investigación y publicados más tarde en la revista JAMA, es que la fantosmia “es un padecimiento más común en personas mayores, asociado con la pérdida del olfato natural que conlleva el envejecimiento del organismo con la edad”. Además, que este trastorno es más común en mujeres que en hombres.
Pese a que las causas todavía son motivo de estudio, los científicos aseguran que la afección podría estar relacionada con células hiperactivas con detección de olores en la cavidad nasal o quizás con un mal funcionamiento en la parte del cerebro que entiende las señales de olor”, según expone Kathleen Bainbridge, autora principal del estudio.
Una de las teorías más extendidas señala que los altos contaminantes del ambiente pueden influir en la aparición de ese padecimiento. Así, los científicos encontraron que la mayoría de ellas vivía en zonas urbanas donde los índices de contaminación son más elevados.
Aunque no existe un estudio científico que de unos resultados contundentes, este tipo de alteración en el olfato está siendo investigado con mucha atención en los últimos años, sobre todo después de pandemia, cuando se comenzaron a presentar alteraciones olfativas como consecuencia del virus del COVID- 19.
Incluso, hay casos más extremos en donde se ha desarrollado anosmia, que es la distorsión de los olores, generalmente de forma desagradable.