Varias organizaciones científicas, entre las cuales se encuentran la Asociación colombiana de otología y neurotología, la Asociación Colombiana de Audiología y la Sociedad Colombiana de Pediatría, le pidieron al Ministerio de Salud que incluya una prueba de audición en los programas de salud de bebés recién nacidos.
Esto es especialmente importante, pues, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 10 millones de personas en Colombia presentan alguna dificultad auditiva.
Así mismo, citaron una investigación de orden global que advirtió que en territorio colombiano solo el 6,3 % de los niños recién nacidos pudieron acceder a pruebas auditivas. E indicaron que en la actualidad no hay datos que permitan determinar con claridad cuál es la situación del país a este respecto.
También recordaron que si bien el marco normativo colombiano ya reglamentó el tamizaje auditivo neonatal como un derecho, anotaron que el país es uno de los que menores garantías les provee a los niños en toda Latinoamérica.
Estos exámenes son pruebas de audición tempranas que les permiten a los profesionales médicos diagnosticar distintos problemas de pérdida auditiva. Su realización está expuesta en la Ley 1980 de 2019, que les garantiza a todos los recién nacidos la posibilidad de practicarse este test.
Vale decir que si bien en Colombia ya existe esta normativa para mejorar la cantidad de niños que acceden a esta tamización, aún no hay un protocolo estandarizado y avalado por el Ministerio de Salud que les permita a los actores y los profesionales sanitarios saber cómo implementar estos exámenes auditivos.
La preocupación de las asociaciones científicas y médicas apunta a que cuando los niños no son debidamente examinados, pueden tener hipoacusia y, con ello, no recibir un tratamiento a tiempo. Esto, a su vez, puede tener múltiples efectos negativos en las posibilidades que tienen para hablar, interactuar con otros niños, tener un desarrollo cognitivo adecuado y tener un desempeño óptimo en el colegio.
“Los niños en Colombia tienen el derecho a recibir un tamizaje auditivo al nacer, para así detectar aquellos con problemas de audición y hacer un tratamiento temprano que les permita desarrollar todas sus potencialidades. Es muy preocupante ver que las últimas cifras disponibles reportan que solo un 6,3 % accede a este procedimiento, cuando tratándose de un derecho se esperaría que lo reciba más del 90 % de los recién nacidos”, aseguró Leonardo Elías Ordóñez, presidente de la Asociación Colombiana de Otología y Neurotología.
De hecho, se conoció que hasta el año pasado las estimaciones apuntan a que alrededor de 9.300 niños que se encontraban en los 0 y los 4 años presentarían algún grado de pérdida auditiva discapacitante. Cerca del 10 % de ellos, sin embargo, no está recibiendo el tratamiento necesario para su condición.
Las asociaciones científicas también señalaron que hacer este tipo de tamizaje auditivo neonatal es un proceso costo efectivo, es decir, que podría ahorrarle gastos al Estado.
Por ello, citan algunas cifras compartidas por la OMS en las cuales advierte que invertir en tamizaje auditivo neonatal tiene grandes retribuciones económicas. De hecho, se sabe que destinar un dólar en estos exámenes puede ayudar a ahorrar cerca de 1,67 dólares en entornos de ingresos medianos y bajos.
De otro lado, hicieron referencia a una investigación que se realizó en 2016 en la Universidad Nacional. Los autores del estudio lograron constatar que hacer un tamizaje auditivo neonatal ayuda a reducir los años de vida ajustados por discapacidad, que se refieren a un menor tiempo de vida saludable y productivo.
La investigación encontró que se podía ahorrar alrededor de 28.475 millones de pesos por persona por cada año de vida ajustado por discapacidad evitado con ayuda del uso de la tamización.