Los ataques de ira son bastante frecuentes en las relaciones interpersonales. Y se originan por la incapacidad de manejar las emociones, debido a una serie de patrones aprendidos desde la infancia y que el cerebro continúa procesando en la adultez de la misma manera.
De acuerdo con Jessika Perdomo, psicóloga y coach experta en el control de ataques de ira, para comprender estos ataques es necesario llegar a su raíz. Y pese que se trata de patrones emocionales que se crearon en la infancia, cuando se llega con ellos a la adultez es señal de alta dependencia emocional y una seria desregulación del sistema nervioso.
Además, denota pensamientos perfeccionistas, adicción al control y rigidez cognitiva. Por ello, los expertos consideran que, una vez modificados estos patrones y se regula el sistema nervioso, la persona puede olvidarse de los ataques de ira para siempre.
En la infancia está la clave
Según la psicóloga Perdomo, los ataques de ira se desarrollan a partir de los 7 años. “Durante los primeros años, todo pasa directamente al cerebro sin ningún filtro, por lo que aprendes a comportarte y reaccionar exactamente como los adultos que tenías a tu alrededor y desarrollar mecanismos de ‘defensa’ para sobrevivir en ese ambiente; básicamente tus reacciones emocionales son las de tus padres o cuidadores, a menos que hagas algún trabajo terapéutico para modificarlos”.
De ahí que quienes sufren este tipo de ataques suelen haber crecido en ambientes caóticos, en los cuales fueron testigos de violencia doméstica, peleas y abuso entre sus progenitores; así como víctimas de abuso físico, emocional o psicológico a sí mismos o a sus hermanos por parte de sus cuidadores.
Esa situación afecta en el futuro las relaciones de pareja, asegura la experta. “Debido a esa sensación de impotencia e injusticia vivida en la infancia, estas personas desarrollan una tendencia a protegerse y defenderse; piensan que todo lo que hace su pareja es en contra suya. Se ofenden con facilidad y se enojan y reaccionan a los mínimos comentarios o faltas cometidas por su pareja”.
Sin embargo, “todo sucede a nivel inconsciente, donde viven las emociones. Es decir, racionalmente no lo ven, pero así es como se procesa el problema internamente; el cerebro percibe a su pareja como un elemento vital para su supervivencia. De allí los ataques de ira, de la sensación de que si su pareja no le provee lo que la persona cree que necesita, cómo lo necesita, cuando lo necesita, de la manera que lo necesita, entonces no le ama”, explica Perdomo.
Cómo son las personas que sufren de ataques de ira
- Tienen altos niveles intelectuales, son personas disciplinadas, exigentes y ambiciosas.
- Son profesionales, perfeccionistas e ‘hiperexigentes’ consigo mismas y su pareja.
- Suelen ser extremadamente racionales e intelectuales, ‘sobreanalizan’ los comportamientos de su pareja y sus emociones, por lo que se queden atrapadas en la racionalización, incapaces de procesar sus emociones y de alguna manera “digerirlas” para regular su sistema nervioso y volver a la calma.
- Mantienen en un espiral mental que les hace acumular las emociones internamente hasta que su sistema nervioso se satura. Es allí cuando estallan en el ataque de ira con su pareja y solamente después del ataque pueden volver a calma. Pero, el ciclo vuelve a empezar.
¿Cómo solucionar los ataques de ira contra la pareja?
De acuerdo con la doctora Perdomo, la solución consta de tres pasos:
- 1. Independizarse emocionalmente: Normalmente, en las relaciones de pareja “nos apegamos al otro” pues el cerebro empieza a percibir a la pareja como un “recurso vital para la supervivencia”. Cuando hay desacuerdos entra en modo de alerta al percibir la posible pérdida de dicho “recurso” y eso genera impredecibles ataques de ira. “Debido al perfeccionismo y a la hiperexigencia con nosotros mismos, proyectamos esto en nuestra pareja y esperamos que sea perfecta. Lo que deteriora la relación y crea inestabilidad y estancamiento, porque se rompe la base fundamental de la relación de pareja: la seguridad emocional”. Para restablecer esa seguridad, aunque de forma paradójica, la experta sugiere independizarse emocionalmente de la pareja “y empezar a satisfacer nuestras necesidades emocionales por nuestra cuenta, para apagar el estado de alerta que nos pone vivir con el miedo de perder a nuestra pareja cada que hay un desacuerdo”.
- Reestructuración cognitiva del patrón de la Ira: Se debe “cambiar la forma de pensar acerca de tus emociones y los comentarios o comportamientos de tu pareja que disparan las reacciones que aprendiste en tu infancia”, dice la experta. La reestructuración cognitiva, dice la experta, busca desactivar el patrón de la ira y aplicar una especie de “freno mental”, para detener la ira en el momento.
- Personificar la versión pacífica de sí mismo: “Controlar la ira en sí misma, no es una meta sino un medio para que puedas empezar a disfrutar de la vida por la que has trabajado tan duro. Es necesario dirigir tu energía a practicar los comportamientos, reacciones y formas de pensar deseados. Por ejemplo, escuchar de forma calmada las opiniones de tu pareja y cambiar los reclamos y las quejas por peticiones en un tono de voz neutral”.
Para aprender a controlar los ataques de ira y sentirse en paz, este miércoles 24 de abril se llevará a cabo la conferencia virtual gratuita ‘Claves para eliminar los ataques de ira de tu vida en 30 días’, en el que los asistentes aprenderán a controlar sus reacciones emocionales cuando tienen enojo para no llegar a los ataques de ira. Este espacio ofrecerá herramientas para disminuir la frecuencia, la intensidad y la duración de los enfados. Aquí puede inscribirse.