Las informaciones sobre un aumento de enfermedades similares a la neumonía que afectan principalmente a niños en el norte de China están llamando la atención. La última vez que oímos hablar de un misterioso brote respiratorio que provocó el colapso en los hospitales fue al principio de la pandemia de covid-19, por lo que no es del todo sorprendente que esto haya causado cierta alarma.
El 22 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud solicitó información a China sobre este brote. Desde entonces, las autoridades sanitarias chinas han declarado que se debe a una serie de patógenos respiratorios.
¿Cuáles son los virus y las bacterias causantes de este repunte de las enfermedades respiratorias? ¿Debemos preocuparnos por si alguno tiene potencial pandémico? Echemos un vistazo.
Mycoplasma
Las bacterias del género Mycoplasma han estado causando brotes de enfermedades respiratorias en China desde junio de este año.
El micoplasma suele tratarse con antibióticos y no es frecuente que requiera hospitalización. Puede dar lugar a un fenómeno denominado “neumonía ambulante”, que consiste en que la radiografía de tórax parece mucho peor de la gravedad que aparenta el paciente.
En Taiwán, sin embargo, los informes han sugerido que hay un alto nivel de resistencia a los antibióticos del Mycoplasma, lo que puede explicar por qué está causando más ingresos hospitalarios.
Gripe
La incidencia de la gripe descendió a niveles muy bajos durante los dos primeros años de la pandemia de covid gracias a las mascarillas, el distanciamiento físico y otras medidas. Pero una vez que las cosas empezaron a volver a la “normalidad”, las infecciones han tendido a rebotar.
La gripe es más grave en niños menores de cinco años y ancianos, por lo que puede estar contribuyendo a las hospitalizaciones entre los primeros.
VRS y adenovirus
El virus respiratorio sincitial (VRS) también puede ser grave en los niños y, al igual que la gripe, prácticamente desapareció durante los dos primeros años de la pandemia. Pero ahora está circulando ampliamente.
El adenovirus, que puede causar una serie de síndromes como gastroenteritis y una enfermedad parecida a la gripe, también ha contribuido al brote actual en China. Hay informes de niños vomitando y fotos de niños recibiendo fluidos intravenosos, presumiblemente por deshidratación como resultado de la gastroenteritis.
El papel de la covid
El SARS-CoV-2, el virus que causa la covid, puede causar neumonía, pero menos en niños. Al principio de la pandemia, sabíamos que este patógeno era capaz de generar neumonía en niños asintomáticos, por lo que la covid también puede ser el causante de neumonía ambulante en los más pequeños.
El SARS-CoV-2 causa más muertes en niños que la gripe, por lo que es probable que esté contribuyendo a la saturación que se observa en los hospitales.
Algunas investigaciones sugieren que el SARS-CoV-2 también puede provocar disfunción inmunitaria tras la infección, lo que podría explicar el aumento inesperado de otras infecciones, incluidas infecciones por estreptococos y de micoplasmas, desde la pandemia.
Coinfecciones
Las personas pueden infectarse por el SARS-CoV-2 y otras bacterias o virus al mismo tiempo, lo que también puede explicar la gravedad de la epidemia actual. Un estudio demostró que la coinfección por SARS-CoV-2 y micoplasmas es muy frecuente y da lugar a complicaciones más graves.
¿Podría ser una nueva pandemia?
La siguiente figura muestra los informes de brotes de enfermedades similares a la gripe no especificadas y neumonía, junto con los casos de causas conocidas: gripe A y B, SARS-CoV-2, RSV, tosferina, adenovirus y micoplasmas. Confirma un aumento de las enfermedades respiratorias este año en China en comparación con la misma época del año pasado.
Informe EPIWATCH de enfermedades y síndromes respiratorios en China
Por el contrario, la misma comparación a nivel mundial muestra una disminución este año en comparación con el pasado, lo que nos indica que China está experimentando efectivamente más enfermedades respiratorias de lo esperado.
Informe EPIWATCH de enfermedades y síndromes respiratorios a nivel mundial
Las informaciones sobre un aumento de enfermedades similares a la neumonía que afectan principalmente a niños en el norte de China están llamando la atención. La última vez que oímos hablar de un misterioso brote respiratorio que provocó el colapso en los hospitales fue al principio de la pandemia de covid-19, por lo que no es del todo sorprendente que esto haya causado cierta alarma.
El 22 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud solicitó información a China sobre este brote. Desde entonces, las autoridades sanitarias chinas han declarado que se debe a una serie de patógenos respiratorios.
Si no se hubiera identificado ninguna causa conocida de este aumento, eso nos daría mayores motivos de preocupación. Pero se han identificado varias, lo que nos da la seguridad de que no estamos ante un nuevo virus.
El virus que más nos preocupa con potencial pandémico es el de la gripe aviar, que puede mutar y convertirse en fácilmente transmisible en humanos. China ha sido un epicentro de la gripe aviar en el pasado, pero la propagación del H5N1 se ha desplazado a América, Europa y África.
Aun así, este año China ha notificado múltiples casos humanos de diversas cepas de gripe aviar, entre ellas H3N8, H5N1, H5N6 y H9N2. Con brotes grandes y continuos en aves y mamíferos, hay más probabilidades de que se produzcan mutaciones y se mezcle material genético de la gripe aviar y humana, lo que podría dar lugar a un nuevo virus de la gripe pandémica.
La amenaza de nuevos virus está aumentando, y el potencial pandémico es mayor para aquellos que se propagan por vía respiratoria y que son lo suficientemente graves como para causar neumonía. No hay indicios de que la situación actual en China sea una nueva pandemia, pero siempre debemos identificar y prestar atención al repunte de casos de neumonía no diagnosticados. Los sistemas de alerta temprana nos dan la mejor oportunidad de prevenir la próxima pandemia.
Por:
C. Raina MacIntyre
Professor of Global Biosecurity, NHMRC Principal Research Fellow, Head, Biosecurity Program, Kirby Institute, UNSW Sydney
Ashley Quigley Senior Research Associate, Global Biosecurity, UNSW Sydney
Haley Stone Ph. D. Candidate, Biosecurity Program, Kirby Institute, UNSW Sydney
Rebecca Dawson Research Associate, The Kirby Institute, UNSW Sydney
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en The Conversation