El término vacuna se ha escuchado tanto como la covid-19. Masivamente, sin exagerar, el planeta giró su atención a esa acción normalizada que salva vidas. Ahora, cuando los contagios y las muertes relacionadas con el virus están más controladas, las autoridades de salud insisten en el llamado a sostener la inmunización contra el SARS-CoV-2, pero también a impulsarla contra las otras enfermedades que se previenen con un biológico.
“El desafío al que nos enfrentamos es recuperar lo que se ha perdido, en términos de inmunización, para que, por medio de las vacunas, sigamos contribuyendo a salvar millones de vidas de enfermedades como el sarampión o la poliomielitis”, explica la gerente médico de Sanofi Vacunas para la región Andina, Centroamérica y El Caribe, Ofelina Vergara.
Ella detalla, que, en promedio, la vacunación contra las enfermedades tradicionales está baja en coberturas. Esa ha sido una preocupación expresada desde la Organización Mundial de la Salud (OMS). La causa principal fue la interrupción en servicios médicos como resultado de la pandemia por covid-19, además de los conflictos que atraviesan algunos países, los desplazamientos de la población, entre otros motivos.
Es más, la OMS reveló que en el caso del sarampión, en 2021, casi 40 millones de niños no recibieron dosis de la vacuna (25 millones de la primera aplicación y otros 14.7 millones, de la segunda). Un panorama similar se vivió con la poliomielitis. Y aquí la intranquilidad se da porque de no prevenir con la vacuna, se desencadenaría un resurgimiento de la enfermedad.
“La paradoja de la pandemia es que se logró implementar la campaña de vacunación más grande de la historia; sin embargo, al mismo tiempo, los programas de inmunización de rutina se vieron gravemente interrumpidos y millones de niños dejaron de vacunarse, a tal punto, por ejemplo, que se presentaron las tasas de cobertura mundial más bajas de la primera dosis de vacunación contra el sarampión desde 2008″, comenta Vergara.
Semana de Vacunación de las Américas (SVA)
Desde el 22 hasta el 29 de abril de 2023, se celebrará la 21ª Semana de Vacunación en las Américas (SVA) y la 12ª Semana Mundial de Inmunización (SMI), bajo el lema y llamado a la acción: “Ponte al día #CadaVacunaCuenta”.
“Esta es la oportunidad para aumentar la cobertura de vacunación que en la última década ha disminuido, así como también de transmitir el mensaje general sobre el valor de las vacunas en la prevención de más de 20 enfermedades que pueden ser mortales y su aporte en la seguridad sanitaria a nivel mundial″, añade la gerente.
En cifras, se calcula que con la inmunización se evita cada año entre 3.5 y 5 millones de defunciones por afecciones tales como la difteria, el tétanos, Hepatitis B, meningitis, tos ferina, fiebre amarilla, entre otras patologías, incluida la influenza.
Así comenzó la Semana de Vacunación de las Américas
La Organización Panamerica de la Salud (PAHO) recuerda que la SVA fue propuesta por los Ministros de Salud de la Sub Región Andina en el 2002, a raíz del último brote de sarampión endémico que ocurrió en el continente.
“En esa propuesta pedían que se realizara una campaña sincronizada de vacunación con todos los países andinos, para llegar a las poblaciones más vulnerables, poner un fin del brote, y prevenir brotes futuros. Hoy en día, la Región de las Américas está enfrentando nuevos brotes de sarampión, después de haber sido declarada libre de esta enfermedad en 2016″, cuenta la Organización.
Desde entonces, cada año, más de 40 países y territorios en las Américas se juntan para crear conciencia sobre la importancia de la inmunización y para vacunar a sus poblaciones, haciendo un esfuerzo especial para alcanzar a las personas que no tienen acceso regular a servicios de salud, incluyendo personas indígenas, migrantes, poblaciones de borde y personas viviendo en franjas urbanas.
“La SVA ha sido un conductor clave de inmunización en las Américas, llevando a que más de 1.000 millones de personas sean vacunadas contra un rango de enfermedades desde el 2002″, señalan.