El estado de salud de los sudamericanos se ha visto fuertemente afectado por factores como la deforestación, la degradación de la tierra, los incendios forestales y el incremento de la temperatura del mar.
Así lo señala el proyecto Lancet Countdown de la revista científica The Lancet, que lanzó su más reciente informe sobre salud pública y cambio climático en Sudamérica.
Se trata de un trabajo académico a gran escala que reunió a 21 instituciones académicas y agencias de la ONU, los cuales analizaron los datos recogidos en 12 países de la región. En total, participaron 28 investigadores.
“Comprender las rutas de exposición directa e indirecta a los peligros climáticos y los efectos sobre la salud y el bienestar es fundamental para diseñar planes y políticas de adaptación y mitigación exitosos y efectivos basados en evidencia”, señaló el informe.
Para evaluar los riesgos a los que está expuesto cada país los investigadores analizaron alrededor de 25 indicadores que relacionan distintos fenómenos climáticos con el estado de salud de los ciudadanos.
Por ejemplo, encontraron que desde el año 2000 ha habido un aumento creciente en las muertes relacionadas con el calor en las personas de más de 65 años de “casi todos los países”.
En este caso específico los países más afectados de la región fueron Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela. Además, sostuvieron que Colombia es uno de los países donde más registros hay de incrementos en las temperaturas con respecto a los datos recogidos entre 1981 y 2010. El ascenso del calor oscila entre 1 °C y 2 °C.
“El valor monetizado de esta mortalidad relacionada con el calor de los adultos mayores en Sudamérica se estimó en el equivalente al ingreso promedio de 485.000 trabajadores locales en 2021″, advirtieron los investigadores.
El informe, a su vez, fue muy crítico con las políticas públicas implementadas por los gobiernos de la región para velar por el bienestar de sus ciudadanos.
“Como reflejo de la planificación insuficiente para la adaptación de la salud, los países de América del Sur no están brindando respuestas de adaptación proporcionales a los riesgos crecientes que enfrentan sus poblaciones”, indicó el documento.
Mayor exposición a los incendios forestales
Una de las preocupaciones más evidentes de los investigadores estuvo relacionada con la exposición que tiene la región con relación a los incendios forestales. Específicamente, manifestaron su inquietud por la Amazonía.
“Como bioma, la selva amazónica, que no está adaptada a la exposición al fuego durante el ciclo de vida de sus especies de plantas, tiene una resiliencia relativamente baja a los incendios forestales. Esto se está agravando por el cambio de uso del suelo y la deforestación”, anotaron los autores del informe.
Así mismo, indicaron que en la región las poblaciones están en riesgo muy alto o extremadamente alto, una situación que se ha agudizado en nueve de los 12 países analizados. En Colombia, por ejemplo, advirtieron que la población se exponía a 10,6 días de exposición a incendios forestales al año en el período de 2001 a 2004. Pero para el período de 2018 a 2021 los días de exposición al año subieron a 12,3.
Estos incendios, indicaron los investigadores, ponen en riesgo a la población debido a que la exponen a la muerte, quemaduras graves, inhalación de humo e incluso afectaciones para la salud mental, debido a la gran cantidad de bienes, tierras y personas que podrían perder durante estas catástrofes.
Preocupación por el dengue
Otro aspecto que despertó el interés de los autores del informe fue el comportamiento del dengue en la región. Se trata de una enfermedad viral transmitida por mosquitos y altamente contagiosa. Una de sus principales características es que circula fundamentalmente en territorios que se encuentran a menos de 2.200 metros sobre el nivel del mar.
“Sudamérica también experimentó un fuerte aumento en la aptitud climática para el dengue, una enfermedad que representa un gran problema de salud pública en la región, con un aumento del 35,3% para todos los países excepto Chile”, señaló la investigación.
Una de las preocupaciones de los académicos tiene que ver con que las poblaciones que viven en condiciones de pobreza y vulnerabilidad tienen más dificultades para prevenir estas enfermedades, pues tienen menos resiliencia y acceso a servicios públicos y sanitarios básicos.
Por último, los investigadores pidieron mayor voluntad política para hacerle frente al cambio climático. “Sudamérica debe impulsar su esfuerzo por crear sistemas de salud resilientes y prepararse para cambiar su futuro. Su trayectoria actual de inacción climática solo conducirá a más desigualdad, pobreza y vulnerabilidad”, puntualizaron.
Y señalaron que, en esa medida, es fundamental trazar mejores políticas públicas de salud para garantizarles a sus poblaciones un ambiente más seguro. “Ahora que lo sabemos, debemos actuar”, sentenciaron.