El cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer más frecuentes entre las mujeres y, según las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año cerca de 2,2 millones de personas son diagnosticadas con ese padecimiento anualmente.
En Colombia, este tipo de cáncer también representa una causa de enfermedad importante. De acuerdo con datos preliminares publicados durante el 2022 por la organización Cuenta de Alto Costo -enfocada en enfermedades que son difíciles de costear-, solo entre el 2 de enero de 2021 y el 31 de agosto de 2022 el sistema de salud documentó cerca de 14.543 casos nuevos de cáncer de mama entre las mujeres.
Así mismo, dio a conocer que, en promedio, la edad de las pacientes diagnosticadas con cáncer de seno en Colombia es de 59 años.
“En términos de detección, el 57,5% de los casos nuevos de cáncer de mama se diagnosticaron en etapas tardías de la enfermedad, lo que ratifica la importancia de priorizar estrategias encaminadas hacia la detección precoz y el manejo oportuno de estas mujeres”, indicó la Cuenta de Alto Costo.
Por ello, uno de los aspectos claves para contrarrestar este padecimiento es que los pacientes obtengan un diagnóstico oportuno. Esto puede lograrse por medio de dos caminos: por un lado, identificar los síntomas característicos de este tipo de cáncer y, por otro lado, saber si están presentes algunos factores de riesgo.
En cuanto a los síntomas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) han señalado que hay que revisar caso a caso.
“Los signos de advertencia del cáncer de mama pueden ser distintos en cada persona. Algunas personas no tienen ningún tipo de signos o síntomas”, advierten los CDC a través de su plataforma de información en línea.
No obstante, esa fuente cita algunos signos comunes que ameritan una consulta con un profesional médico:
- Tener un bulto nuevo en la mama o la axila (debajo del brazo).
- Percibir un aumento en el grosor o hinchazón de una parte de la mama.
- Irritación o hundimientos en la piel de la mama.
- Enrojecimiento o descamación en la zona del pezón o la mama.
- Hundimiento del pezón o dolor en esa zona.
- Secreción del pezón, que no sea leche, incluso de sangre.
- Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.
- Dolor en cualquier parte de la mama.
El factor de riesgo del que se habla poco
Además de los síntomas, es muy importante que los pacientes identifiquen cuáles son las condiciones genéticas, demográficas y fisiológicas que pueden aumentar las probabilidades de que una persona desarrolle cáncer de mama.
Uno de los factores de riesgo que pueden resultar más determinantes, según la evidencia científica, es el hecho de tener un tejido denso en los senos, algo que no se tiene tan en cuenta dentro del imaginario colectivo.
De hecho, recientemente un estudio publicado en la revista médica Journal of the American Medical Association (Jama) mostró que esta característica no se conoce con frecuencia entre las mujeres adultas y adultas mayores.
En total, los investigadores encuestaron a 2.306 mujeres de entre 40 y 76 años. “La mayoría de los encuestados consideró que la densidad mamaria era un riesgo menor que tener un familiar de primer grado con cáncer de mama (93 %) o tener sobrepeso u obesidad (65 %)”, sostuvo la investigación publicada en Jama.
Para determinar si una mujer tiene mamas densas, es clave practicarse una mamografía con la asesoría de los profesionales médicos. “Cuando reciba los resultados de su mamografía, también le podrían decir si sus mamas tienen baja o alta densidad. Las mujeres con mamas densas tienen un riesgo más alto de tener cáncer de mama”, advirtieron los CDC.
No obstante, hay otros factores de riesgo que pueden influir en las probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer. Entre otros, los CDC citan los siguientes:
- Tener una edad mayor a 50 años.
- Presentar algunas mutaciones genéticas.
- Los CDC advierten que el comienzo de la menstruación antes de los 12 años de edad y de la menopausia después de los 55 años de edad exponen a las mujeres a hormonas por más tiempo, lo cual aumenta el riesgo de cáncer de mama.
- Presentar antecedentes personales de cáncer de mama o ciertas enfermedades de las mamas que no son cancerosas.
- Tener antecedentes familiares de cáncer de mama o cáncer de ovario.
- Haber pasado por tratamientos previos con radioterapia.
- Exposición a un medicamento llamado dietilestilbestrol.