Uno de los efectos negativos de la edad es el desgaste cognitivo, el cual ocurre por naturaleza. Sin embargo, los malos hábitos y no seguir una vida saludable son los detonantes ideales para que las consecuencias de la vejez se anticipen.
Se estima que más de 55 millones de personas en todo el mundo tienen demencia, y se prevé que ese número aumente a 139 millones para 2050, con base a las cifras que tiene la Asociación Internacional de Alzheimer. Por ejemplo, cada tres segundos se descubre un nuevo caso.
Teniendo en cuenta que hasta las tres cuartas partes de las personas con demencia en todo el mundo no están diagnosticadas, hay que añadirle el coste de sanidad que implica hacerse cargo de pacientes con enfermedades ocasionadas por el deterioro cognitivo, el asciende a 1.6 billones de dólares al año.
Bajo ese contexto, un equipo de científicos de la Universidad de Tohoku de Japón, liderados por Satoshi Yamaguchi, han descubierto una estrategia desconocida a la hora de mejorar la salud cognitiva. Los resultados los dieron a conocer en el informe Cuidar bien sus dientes puede ser bueno para su cerebro, publicado en la revista médica de la Asociación Estadounidense de Neurología.
Se trata de cuidar bien los dientes, afirmando que este buen hábito está relacionado con beneficios para la salud cerebral. El estudio explica que las enfermedades que atacan las encías y conllevan a la pérdida de dientes están ligadas con la contracción del cerebro en el hipocampo, la región encargada del desarrollo de la memoria y siendo el lugar afectado por el alzhéimer u otras patologías.
“La pérdida de dientes y la enfermedad de las encías, que es la inflamación del tejido alrededor de los dientes que puede provocar el encogimiento de las encías y el aflojamiento de los dientes, son muy comunes, por lo que es increíblemente importante evaluar un vínculo potencial con la demencia”, explica Yamaguchi en la exposición de resultados de la investigación.
Los autores descubrieron que estas condiciones desempeñan un rol frente a la salud del área del cerebro que controla el pensamiento y la memoria, dando a las personas otra razón para cuidar mejor sus dientes.
Para llegar a estos resultados, se analizaron a 172 voluntarios con una edad promedio de 67 años que no tenían problemas de memoria al comienzo del estudio. Los participantes se sometieron a exámenes dentales y los expertos tomaron pruebas para monitorear el desarrollo cognitivo. También hicieron parte de escáneres cerebrales para medir el volumen del hipocampo al comienzo del estudio y cuatro años después de iniciado el mismo.
Cada participante recibió una revisión particular vinculada a la enfermedad de las encías para estudiar la profundidad de sondaje periodontal, la zona donde las encías tienden a verse afectadas por el mal cuidado. A más distancia, la complicación es más grave.
La enfermedad de las encías leve implica profundidades de sondaje de tres o cuatro milímetros en varias áreas, mientras que de corte grave está ligada a profundidades de sondaje de cinco o seis milímetros en varias áreas, así como una mayor pérdida ósea causante que los dientes se aflojen y caigan.
El equipo de los científicos descubrió que el número de dientes y cuán avanzado era el estado de la enfermedad de las encías son detonantes para cambios en el hipocampo izquierdo del cerebro.
Para las personas con enfermedad leve de las encías, tener menos dientes se asoció con una tasa más rápida de contracción en la parte izquierda del hipocampo. Mientras que en los pacientes con rasgos de mayor gravedad, la contracción del cerebro fue general y más profunda.
Después de ajustar las variantes por edad, los investigadores hallaron que en los voluntarios con enfermedad leve de las encías, aumentó el encogimiento del cerebro debido a un diente menos equivalía a casi un año de envejecimiento cerebral. Por el contrario, para las personas con enfermedad grave de las encías, el aumento de la contracción del cerebro representó a 1.3 años de envejecimiento cerebral.
“Estos resultados resaltan la importancia de preservar la salud de los dientes y no solo mantenerlos” concluye Yamaguchi. Este resultado sugiere que la enfermedad periodontal grave con dientes restantes se asocia con atrofia cerebral. Es muy importante monitorear la progresión de la enfermedad periodontal a través de visitas regulares al dentista, y es posible que sea necesario extraer los dientes con enfermedad periodontal grave para reemplazarlos con prótesis adecuadas.