La concejal del Centro Democrático, Diana Diago, reaccionó a lo revelado por SEMANA sobre irregularidades en el funcionamiento de ambulancias en Bogotá. Señaló como contexto que la atención a los pacientes es un reto para las tripulaciones que luchan para ganarle a la muerte; aun así, asegura que las fallas técnicas de las ambulancias sumadas a la negligencia por parte del Crue, Centro Regulador de Urgencias y Emergencias, han provocado que la atención no sea oportuna y como consecuencia muchos ciudadanos han perdido la vida.
Para la concejal Diago, “es terrible lo que está pasando con la salud de los bogotanos. Negligente e ineficiente, así es esta administración que calla, que quiere esconder la realidad, pero lo peor es que no actúa. Claudia López y su secretario de Salud, Alejandro Gómez, juegan con la vida de los ciudadanos y nadie dice nada. Es increíble la indolencia por parte del gobierno, dizque cuidador”.
Esta denuncia se suma a los múltiples pronunciamientos que ha realizado la concejal frente a la compra de los furgones, a la recategorización de nivel de las ARL de las tripulaciones y a los múltiples abusos que sufren los mismos por parte de sus directivas. Tripulaciones denuncian acoso laboral por parte de directivos y superiores.
Además, señalan las precarias condiciones con las cuales desarrollan sus labores, negligencia administrativa, salarios y condiciones de trabajo. Ante lo anterior, la concejal reiteró su llamado urgente a los entes de control para que le den celeridad al proceso de investigación y lleguen a resultados concretos; también exigió nuevamente la renuncia del secretario de Salud, Alejandro Gómez, por estos lamentables hechos.
Insólito: niña que fue empalada en Kennedy, murió porque una ambulancia nueva del Distrito no la pudo trasladar
Las nuevas ambulancias que adquirió el Distrito, en marzo de 2022, tras una inversión de 36.000 millones de pesos, están en el centro de los cuestionamientos por las constantes fallas eléctricas, de suspensión y amortiguación que presentan los vehículos, lo que afecta gravemente el traslado de pacientes en Bogotá, además de poner en riesgo la seguridad de las diferentes tripulaciones médicas en la ciudad.
Estos vehículos de referencia NHR, y que simplemente serían unos furgones adaptados como ambulancia, no estarían soportando el voltaje de todos los aditamentos que tiene que llevar una ambulancia y por eso las baterías se descargan bastante rápido.
Lo anterior obliga a que, en muchas ocasiones, los vehículos tengan que estar prendidos todo el día, porque si se apagan, no vuelven a encender. De hecho, en varias oportunidades los mismos tripulantes de las ambulancias, en el momento exacto en el que están atendiendo una emergencia, han tenido que bajarse para empujar.
Son tantas y tan graves las fallas de los vehículos referencia NHR que ya han cobrado la vida de varios pacientes. Algunas historias son desgarradoras.
Por ejemplo, SEMANA conoció en exclusiva, con una alta fuente del Distrito, un abrumador suceso ocurrido en el barrio María Paz, en Kennedy, con una niña de tan solo siete años de edad. El Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (Crue) recibió una alerta por código blanco, es decir, por violencia sexual, y de inmediato designó una ambulancia para acudir al lugar.
Cuando el personal médico llegó a la zona, la escena que encontraron fue desconcertante. La menor había sido empalada por su padrastro, lo que le generó una ruptura en varios de sus órganos. La hemorragia era incontrolable.
La niña, en la ambulancia, entró en paro cardiorrespiratorio, pero lastimosamente el vehículo tipo NHR presentó una falla eléctrica: al conectar el monitor de signos vitales y el succionador de sangre, la ambulancia se apagó por completo, no tuvo cómo arrancar y la niña finalmente falleció.
Pero las fallas eléctricas son el pan de cada día con estas nuevas ambulancias en Bogotá. Hace tan solo 15 días, un hombre de la tercera edad, y que sufrió un infarto en Arborizadora Alta en la localidad de Ciudad Bolívar, tristemente perdió la vida porque la ambulancia, recientemente comprada por el Distrito, que fue designada para su atención médica, llegó tarde después de que el vehículo se apagara y la tripulación tuviera que bajarse a empujarla.