En los 32 días de vigilancia intensificada de esta temporada de vacaciones, el Instituto Nacional de Salud (INS) entregó un balance preliminar de 930 personas que resultaron lesionadas por pólvora a nivel nacional.
El período de vigilancia incluye los 31 días de diciembre y los primeros días de enero. Por ello, aún se espera que la cantidad de personas afectadas continúe creciendo en los próximos días. No solo porque podrían reportarse más incidentes en lo que queda de enero, sino también porque el sistema de salud podría identificar casos de personas que resultaron afectadas en días pasados.
En lo que va de la actual temporada, la fecha que más personas lesionadas dejó fue el pasado primero de enero. Solo en esa jornada, el INS identificó a 183 afectados por la pólvora. La celebración de Año Nuevo fue la más accidentada, pues si se suman los 91 casos del 31 de diciembre con los del primer día de 2023 resultan 274 casos de lesiones por artefactos pirotécnicos.
Del total de lesiones reportadas entre el primero de diciembre y el primero de enero, 631 casos correspondieron a personas mayores de edad, mientras que 299 casos se identificaron en niños y adolescentes menores de 18 años.
Entre el fin del año pasado y el comienzo del año en curso se han registrado 278 personas que resultaron lesionadas mientras se encontraban en estado de embriaguez. A su vez, se identificaron 40 niños que se quemaron o sufrieron otro tipo de lesiones mientras estaban bajo el cuidado de una persona ebria.
En cuanto a la gravedad de las lesiones, por lo pronto solo se ha registrado una persona fallecida. El caso ocurrió en el municipio de Riosucio, Caldas, y aún está siendo investigado por las autoridades.
De acuerdo con los reportes del INS, el 91,6 % del tipo de lesiones corresponde a quemaduras, el 63,3 % a laceraciones y el 26,5 % a contusiones. Preocupa que en el 9,5 % de los casos hubo una amputación y en el 5,8 % se reportó un daño ocular.
Las cifras muestran que los totes, mientras tanto, siguen siendo los artefactos más peligrosos, pues estuvieron presentes en el 29,4 %. Le siguieron los voladores con el 18 %, los cohetes con el 9,1%, y los volcanes con el 6,3%.
Otra cifra que salta a la vista es que no todas las personas resultan afectadas mientras están usando los artefactos pirotécnicos. Según el INS, el 71,2 % de las personas fueron víctimas de una lesión mientras manipulaba pólvora, el 19,2 % mientras observaba su manipulación. El resto de los afectados se encontraba vendiendo, almacenando o transportando estos artefactos.
El licor adulterado ya deja 50 personas intoxicadas
Entre el primero de diciembre del año pasado y el primero de enero de este año, una persona resultó intoxicada con fósforo blanco y otras 50 se intoxicaron con licor que fue adulterado con metanol.
Lo más inquietante es la alta tasa de mortalidad de las personas que resultan infectadas por este tipo de alcohol. Por lo pronto, el INS ha reportado 36 personas muertas a raíz de estos productos irregulares.
Las personas que se encuentran entre los 60 y los 69 años han sido las más afectadas por este problema de salud pública, pues representaron el 28 % de los casos de intoxicación con licor adulterado. Les siguen de cerca las personas que están entre los 50 y los 59 años, pues acumularon el 26 %.
“La recomendación del Instituto Nacional de Salud es, por favor, verifique bien, desconfíe. El trago barato, el trago demasiado económico es sospechoso. El metanol es una sustancia que es muy nociva para el cuerpo y nos puede causar la muerte”, dijo recientemente el director del INS, Giovanny Rubiano García.