La rabia es una enfermedad que se transmite de animales a humanos mediante mordeduras o rasguños. Aunque es completamente prevenible, puede ser mortal si no se trata a tiempo, con una tasa de mortalidad del 99.9 por ciento, según el Ministerio de Salud. Se sabe además que afecta el cerebro y el sistema nervioso de los mamíferos, incluidos los humanos.
Según Angélica Barrios Martínez, enfermera especialista en epidemiología de los Centros Médicos Colmédica, “es importante tener en cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, lo que realmente enfrentamos son situaciones de riesgo donde podemos haber estado expuestos al virus de la rabia. Esto sucede cuando un animal potencialmente rabioso nos muerde, nos araña, o si entramos en contacto con su saliva a través de una herida abierta o las mucosas (los ojos o la boca). La clave es actuar rápido y buscar ayuda médica inmediatamente para recibir el tratamiento adecuado y reducir el riesgo”.
¿Cómo saber si tienes síntomas de rabia?
Cuando alguien ha estado en contacto con el virus de la rabia, es posible que experimente algunos de estos síntomas, según explica Martínez.
- Lesiones en la piel: mordeduras, arañazos o heridas, que pueden sangrar o no. Estas lesiones pueden ser superficiales o más profundas, afectando incluso los músculos.
- Signos de infección en la herida: fiebre, enrojecimiento, calor en la zona afectada o secreción de pus. De la misma manera, la rabia tiene un periodo de incubación, lo que significa que puede tardar un tiempo antes de que aparezcan los síntomas ya que el virus necesita llegar al cerebro.
Los síntomas iniciales suelen incluir:
- Fiebre y sensación de debilidad.
- Cansancio y dolor de cabeza.
- Hormigueo, picazón o una sensación de quemazón en el área de la mordedura, incluso si ya ha cicatrizado.
A medida que la enfermedad avanza, pueden aparecer síntomas más graves como:
- Ansiedad, confusión y agitación.
- Alucinaciones y comportamiento anormal.
- Miedo intenso al agua (hidrofobia).
Estos síntomas son señales de que el virus está afectando el cerebro y requieren atención médica urgente.
¿Cómo actuar si te muerde un animal con posible rabia?
Si lo muerde un animal y teme que pueda tener rabia, es importante saber qué hacer para proteger su salud. La rabia es una enfermedad grave, pero actuar rápidamente puede marcar la diferencia. Por eso, Angélica Barrios Martínez, enfermera especialista en Epidemiología de los Centros Médicos Colmédica, explica lo qué debemos hacer:
- Mantenga la calma: Sabemos que una mordedura puede ser alarmante, especialmente si sospecha que el animal podría tener rabia. Sin embargo, lo mejor que puede hacer es tranquilizarse. Entrar en pánico no ayudará; necesita pensar con claridad para actuar de manera adecuada y rápida.
- Lave bien la herida: el primer paso es limpiar la herida de inmediato. Use abundante agua y jabón, y enjuague la zona Esta limpieza a fondo ayuda a eliminar la mayor cantidad posible de virus de la herida. Asegúrese de frotar con cuidado, evitando hacer más daño en la zona afectada.
- No cubra la herida: evite usar vendajes o apósitos, ya que cubrir la herida podría favorecer el crecimiento de bacterias o complicar la evaluación de la herida por parte de un médico. Deje que la herida esté expuesta al aire para que sea más fácil de observar y tratar.
- Consulte la información del animal: si le mordió un perro, gato u otro animal de compañía, trate de obtener información sobre este. Pregunte por el nombre y dirección del dueño, y verifique si tiene un carné de vacunación al día, especialmente la vacuna contra la rabia.
- Busque atención médica de inmediato: un profesional de la salud evaluará la gravedad de la mordedura y decidirá el tratamiento adecuado. Según la situación, puede que necesite recibir una vacuna antirrábica o inmunoglobulina para prevenir la enfermedad. No dude en consultar, incluso si la mordedura parece pequeña o no hay dolor inmediato.
¿Qué animales pueden transmitir la rabia?
- Animales de compañía: perros y gatos.
- Animales de granja: vacas, caballos, burros, cerdos, cabras y ovejas.
- Animales salvajes: murciélagos, zorros, zarigüeyas, osos y algunos felinos grandes como leones, tigres y jaguares. Es importante saber que, aunque ratas, ratones y ardillas suelen causar preocupación, no son considerados portadores comunes del virus de la rabia.