Detectar que la piel es muy sensible puede implicar observar varios signos y síntomas específicos. La piel reacciona más fácilmente a ciertos factores internos y externos, lo que puede provocar incomodidad y otros problemas. A continuación algunos indicadores comunes de sensibilidad en la dermis:

Enrojecimiento: la piel se enrojece fácilmente, especialmente después de aplicar productos cosméticos o de cuidado de la piel. El enrojecimiento puede aparecer inmediatamente o después de varias horas.

Sensación de ardor o picazón: Esto se da al aplicar productos tópicos o al exponerse a ciertos ambientes. Estos síntomas pueden ocurrir sin que exista una causa aparente.

Sequedad y descamación: la piel tiende a secarse y descamarse, incluso cuando se utiliza crema hidratante. Puede sentirse áspera al tacto y mostrar signos de deshidratación.

Erupciones y brotes: aparición de erupciones, granitos o manchas rojas después de usar ciertos productos o en respuesta a cambios ambientales. La piel puede desarrollar pequeñas protuberancias o manchas sin que se presente una razón aparente.

Reacción a productos cosméticos: reacción negativa a productos de cuidado de la piel, maquillaje, fragancias, detergentes, etc. Puede ser difícil encontrar productos que no causen una reacción adversa.

La alimentación también es fundamental en el cuidado de la piel. | Foto: run co

Sensibilidad ambiental: reacción a cambios de temperatura, viento, sol o contaminación ambiental. La piel puede volverse incómoda o irritada en condiciones climáticas extremas.

Sensibilidad al tacto: sensibilidad al tacto, incluso al aplicar presión suave o al usar ropa ajustada. La piel puede doler o sentirse incómoda al contacto.

Factores que contribuyen a la sensibilidad de la piel

Genética: algunas personas son naturalmente más propensas a tener piel sensible debido a factores genéticos.

Condiciones de la piel: afecciones como rosácea, eczema, dermatitis o psoriasis pueden causar sensibilidad en la piel.

Productos inadecuados: uso de productos con ingredientes irritantes, como alcohol, fragancias fuertes o conservantes agresivos.

Factores ambientales: exposición frecuente a cambios extremos de temperatura, humedad, viento o contaminaciónes otro factor importante.

Expertos en belleza y cuidado de la piel han comenzado a reconocer los beneficios del colágeno casero como una forma natural de mejorar la apariencia cutánea. | Foto: Getty Images

Estrés: el estrés emocional y físico puede afectar negativamente la salud de la piel y aumentar su sensibilidad.

Dieta y estilo de vida: una dieta desequilibrada y hábitos poco saludables pueden contribuir a aumentar la sensibilidad de la piel.

Evaluación profesional

Si sospecha que tienes piel sensible, es útil consultar a un dermatólogo. Un profesional puede realizar pruebas y evaluaciones para determinar la causa de la sensibilidad y recomendar productos y tratamientos específicos para tu tipo de piel. También pueden ayudar a identificar y evitar desencadenantes específicos que empeoran los síntomas.