Es muy normal que cuando una persona se enfrenta a jornadas académicas o laborales muy extensas y del alto compromiso, sufra episodios considerables de estrés. Este es un estado de preocupación que puede durar apenas algunos minutos o prevalecer durante varias horas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como una respuesta natural ante diferentes estímulos.

Cada persona puede reaccionar de forma diferente ante los niveles altos de estrés, algunos enfrentan esta situación de manera paciente, en reposo, pero otros se alteran en una gran medida. Lo cierto es que el estrés puede perjudicar considerablemente el organismo de cualquier individuo.

Un estrés moderado permite realizar las actividad diarias y asuntos académicos o laborales de forma normal, sin embargo, cuando es alto, puede causar graves problemas psíquicos y físicos. Cabe mencionar que la terapia, con un profesional en el tema, ayuda a manejar el estrés para que no interfiera en la vida cotidiana.

Las principales señales del estrés son la dificultad para concentrarse y relajarse. Esto provoca ansiedad e irritabilidad. Además, puede detonar fuertes dolores de cabeza, malestares estomacales y alteraciones en sel sueño. En un mismo modo, el estrés alto puede generar problemas en la alimentación e incluso, aumentar el consumo de bebidas alcohólicas.

Estrés. | Foto: Hinterhaus Productions 2016

De igual manera, es necesario destacar que uno de los problemas más grandes que causan los niveles altos de estrés es la elevación de los niveles de la presión arterial, lo cual puede detonar el surgimiento de una enfermedad relacionada con el corazón o incluso, puede ocasionar un ataque cardíaco.

“Cuando está bajo estrés, el cuerpo libera una oleada de hormonas. Estas hacen que el corazón lata más rápido y que los vasos sanguíneos se estrechen, lo que aumenta temporalmente la presión arterial”, explica Mayo Clinic, instituto internacional de investigación clínica.

Por lo tanto, para evitar problemas cardiovasculares, es de vital importancia mantener los niveles de estrés en un estado regulado. Es de resaltar que la forma crónica de la presión arterial alta es denominada clínicamente como hipertensión.

Alimentos que aumentan la presión arterial

El portal especializado Saber Vivir resalta los alimentos que suben los niveles de la presión arterial:

1. Bebidas azucaradas. “Los resultados de un estudio realizado por investigadores en el Reino Unido y Estados Unidos, y que que apareció publicado en la revista científica Hypertension, sugieren que la presión arterial sube gradualmente por cada lata adicional de bebida azucarada consumida al día”, afirma.

Bebidas con azúcar. | Foto: Getty Images

2. Mostaza. Es un alimento o producto que acumula una gran cantidad de sodio, sustancia que es muy conocida por alterar los niveles de la presión arterial. Por lo tanto, lo mejor es evitar este elemento en todas sus formas.

3. Regaliz. “En pequeñas dosis no es un problema. Sin embargo, su consumo regular no está exento de contraindicaciones. Si padecemos hipertensión, el exceso de regaliz puede causar retención de sodio y la pérdida de potasio, agravando la patología”.

4. Bebidas alcohólicas. Las bebidas alcohólicas son muy ricas en sustancias poco saludables para el organismo, estas hacen que la frecuencia cardíaca se altere, por lo que los niveles de la presión arterial tienen a subir.

5. Carnes rojas. “No es que debas eliminar la carne roja de tu dieta diaria, ya que, tiene otras virtudes nutricionales, como su alto aporte en hierro. Ahora bien, el problema es su contenido en grasas saturadas. Estas sustancias contribuyen a la presión arterial alta y afecta negativamente a la formación de plaquetas y la coagulación de la sangre. El pollo y el pescado son buenas alternativas”, concluye.

Carne roja. | Foto: GettyImages